Nuevo «banderazo»: protesta nacionalizada y dura respuesta del Gobierno

Nuevo «banderazo»: protesta nacionalizada y dura respuesta del Gobierno

El nuevo «banderazo» realizado en todo el país marcó el inicio de una semana intensa, y alimentó un discurso oficial que vuelve a apuntar sobre presuntos planes desestabilizadores en medio de renovadas versiones acerca de modificaciones en el gabinete nacional. Alberto Fernández cuestionó en especial las protestas frente al piso porteño de Cristina Fernández de Kirchner, en Recoleta, y replicó un mensaje duro de Agustín Rossi, que acusó a la oposición de trabajar para «socavar» al Gobierno.

La protesta combinó diversas consignas: desde las críticas a la extensa cuarentena hasta los reclamos por la situación económica, aunque con eje dominante de rechazo a los planes oficiales en materia judicial.

Como en las anteriores manifestaciones, el «banderazo» fue masivo en la Capital, alrededor del Obelisco, y en las principales ciudades del país: Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza y Mar del Plata, en primer lugar. Pero también fue significativa la movilización en provincias del Sur, como Río Negro y Neuquén, y del Norte, en primer lugar Tucumán y Salta.

El único foco de tensión fue registrado frente a la residencia de Olivos. Allí se concentraron algunas organizaciones en respaldo del Presidente y luego llegaron manifestantes que se convocaron para adherir a la protesta. Finalmente, no hubo enfrentamientos violentos y trascendió que los grupos oficialistas se retiraron por pedido expreso del Gobierno.

El «banderazo» fue convocado por la redes sociales y contó con el apoyo de algunos referentes de Juntos por el Cambio. La figura más visible fue Patricia Bullrich y luego circuló un mensaje de Mauricio Macri valorando la movilización. Pero en rigor, en JxC existen diferencias sobre la mejor estrategia frente a una convocatoria que los trasciende.

El Gobierno, en tanto, puso el acento en la condena al «escrache» habitual frente al piso de la ex presidente. Pero en su interior, empieza a hablarse de unificar una posición de condena a la oposición en conjunto y en particular al «ala dura» de JxC.

El ministro de Defensa fue el más duro: consideró que todo es parte de un plan para «socavar» al Gobierno e incluyó en sus carga a algunos medios periodísticos. Ese mensaje fue replicado por el Presidente en Twitter.