Nuevo apoyo del FMI al Gobierno por la negociación de la Deuda

Nuevo apoyo del FMI al Gobierno por la negociación de la Deuda

El FMI admite que una pequeña mejora en la oferta a los bonistas es sustentable.

El Gobierno, que había arrancado su propuesta en US$ 39 por bono, ahora podría llevarlo a US$ 50. Pero los bonistas, amparados en la señal que dio el FMI, se plantaron en US$ 55 por cada bono de US$ 100. Ayer, el ministro Guzmán estiró oficialmente las negociaciones al 12 de junio y admitió que podría haber más plazo.

Para Wall Street, default Lo decidió un comité de acreedores, y disparó el pago de seguros a bonistas

En una jugada clave en la renegociación de la deuda, el Gobierno argentino cosechó ayer un nuevo apoyo del Fondo Monetario Internacional en el momento de definición del canje: el FMI difundió una nota técnica mediante la cual respalda la propuesta presentada a los acreedores privados difundida el jueves pasado y transmitió que hay muy poco margen para mejorarla. Sin embargo, también advierte que tiene un poco de margen, algo de lo que se tomaron los acreedores privados para insistir que el Gobierno adopte una resolución “más pragmática”.

En el caso del FMI, se trata de un espaldarazo sin precedentes desde el organismo internacional en el tramo final de la renegociación con los bonistas. Si bien el FMI presta asesoramiento técnico de diferente índole a sus países miembros, que haya marcado la cancha y dicho que el margen era limitado para mejorar la oferta busca transmitir que cuando se la lleve a 50 de valor presente neto (VPN) los acreedores deben entender que es lo máximo hasta donde el Gobierno argentino cederá.

Llevarla a ese valor implica un salto respecto de los US$ 39 iniciales que ofertó Martín Guzmán. El ministro en su primer acercamiento había justificado que esos US$ 39 era lo máximo que podía dar, ya que así se lo pedía el FMI. Pero por las declaraciones de ayer del Fondo, los supuestos US$ 50 estarían en la zona de sustentabilidad.

Esa fue la lectura que personas familiarizadas con la negociación hicieron ayer, luego de que se conociera el documento del Fondo en el que detalla que bajo los supuestos macroeconómicos y de financiamiento que hizo Martín Guzmán, habría algún espacio para mejorar la oferta y aún así cumplir con los supuestos de sostenibilidad, aunque este sería limitado.

“Es muy jugado lo que hizo el Fondo, no está en el menú clásico. Buscan transmitir a los acreedores que es lo que hay: lo toman o dejan”, sostuvo una persona de acceso directo a las negociaciones.

En el medio de la pulseada con los acreedores, y mientras el equipo económico prepara la nueva oferta para presentar a los bonistas, el Fondo dispuso que “el personal considera que la propuesta revisada de reestructuración de la deuda de las autoridades del 26 de mayo sería consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda con alta probabilidad bajo los supuestos macroeconómicos de la nota técnica de marzo y los supuestos de financiamiento de las autoridades contenidos en su propuesta revisada”.

Y agrega que “el análisis también sugiere que existe solo un margen limitado para incrementar los pagos a los acreedores privados y al mismo tiempo cumplir con los umbrales de deuda y servicio de la deuda y otras condiciones establecidas en la nota técnica de marzo”.

El FMI hizo la salvedad de explicar que las condiciones macro son compartidas con las del Gobierno argentino, de una caída del PBI de 6,5% para este año y un déficit fiscal primario (antes del pago de intereses de la deuda) de 3,1% del PBI.

No obstante, marcó una diferencia en los supuestos financieros. “Las autoridades asumen que la brecha financiera que surge del servicio oficial de la deuda que vence durante 2021-24 se refinanciaría a una tasa de interés promedio ponderada de 3,5% y a un plazo promedio ponderado de 8,8 años. Bajo el escenario financiero más generoso en la nota técnica, se supuso que esta brecha se refinanciaría a una tasa de interés promedio del 5% y a un plazo promedio de 7 años”, delimitó.

La lectura que hacen quienes siguen de cerca esta negociación es que hasta ahora el juego no se dio en la cancha y mantienen el optimismo, aún tras el magro resultado cosechado al 8 de mayo, de menos de un 20% de adhesión.

Cuando se llega a la fecha límite del 12 de junio, englobaron en cuatro grupos a los acreedores: los que van a entrar al canje y van a decirlo; otros que ingresarán pero lo negarán; los que verbalizan que van a quedar afuera, pero aún así entran; y por último, los que dicen que no y efectivamente no lo hacen.

De hecho, una fuente sostuvo que en los acreedores se nota que, más allá del tira y afloje de la negociación, hay un proceso paralelo: el de la comprensión de la situación, de darse cuenta del nivel de restricción de la Argentina y del mundo en sí”. Ayer Guzmán confirmó el anticipo de Clarín y estiró el plazo de la negociación hasta el 12 de este mes. Mientras, los bonistas están plantados en US$ 55 y el Gobierno ofrecería US$ 50.

Fuente: Clarín