Nuevas medidas por la pandemia: una difícil negociación con criterios sanitarios diferentes y prevenciones políticas

Nuevas medidas por la pandemia: una difícil negociación con criterios sanitarios diferentes y prevenciones políticas

Tal como estaba previsto, apenas pasada Semana Santa se perfilan nuevas restricciones frente al aumento de contagios por coronavirus. El foco vuelve a estar colocado en la provincia de Buenos Aires y la Capital. Alberto Fernández, aislado luego de confirmarse el examen de covid, ya mantuvo una conversación por videoconferencia con Horacio Rodríguez Larreta y también contactos con Axel Kicillof. Además, el gobernador bonaerense y el jefe de Gobierno porteño hablaron entre ellos. Y hay intercambio entre funcionarios del área de salud. Sin embargo, subsisten criterios sanitarios diferentes y crecieron los recelos políticos.

Hoy se verán jefes de gabinete y ministros. El análisis vuelve a girar alrededor del AMBA como principal área urbana del país, compartida por los dos distritos. Nadie niega una salida compartida aunque sobre presupuestos mínimos, pero hasta ahora emergen declaraciones contradictorias.

Kicillof -y en realidad, su equipo de Salud- apunta a fuertes restricciones, algo que preocupa al gobierno nacional habida cuenta de la extendida crisis económica y su grave impacto social, especialmente en el Gran Buenos Aires, como lo acaban de exponer los datos oficiales sobre pobreza.

En cambio, las autoridades porteñas consideran que podrían ser aumentados los controles, especialmente el cumplimiento de las pautas para el transporte público, pero sostienen que no deben aplicarse medidas graves y que es central aumentar los niveles de testeo y seguimiento, a la vez que asegurar mayor provisión de vacunas en el AMBA.

El problema planteado en la relación entre Gobierno nacional, provincia de Buenos Aires y CABA no es sólo sanitario. La relación política es muy diferente a la de hace un año. La vuelta al diálogo entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta debió ser precedida por negociaciones para evitar jugadas políticas.

Hubo reproches y agitación interna en la oposición luego del encuentro realizado la semana pasada en la Casa Rosada con el fin de presentar un plan de fondos para los municipios bonaerenses, con destino a la obra pública. Allí se tocó informalmente otra vez el tema de la fecha de las PASO. Desde el Gobierno, se hizo circular que existía un principio de acuerdo para postergarlas, lo cual forzó una desmentida hasta de los protagonistas de ese encuentro, Cristian Ritondo y Jorge Macri, que habían conversado con Máximo Kirchner y Sergio Massa.

Los principales referentes de Juntos por el Cambio se reunirán mañana para definir posición sobre el planteo de suspensión de las elecciones primarias, de agosto a septiembre. De mínima, el tema sería condicionado a la marcha de una serie de datos vinculados al coronavirus, no sólo contagios, sino también niveles de positividad y letalidad, velocidad de transmisión y estado del sistema sanitario, en especial la ocupación en terapia intensiva.

El problema, registrado también por el Gobierno, es la fragilidad de la situación económica, a pesar de registros de algún repunte parcial, y el agotamiento social provocado por la crisis y la extensa cuarentena del año pasado. La mayoría de las encuestas señala una percepción negativa sobre el futuro de la economía para este año y hasta mayor temor a otro desplome económico que a los contagios por coronavirus.