Nuevas dificultades para el cumplimiento de las metas fiscales

 (El Economista) – El bono a cien años y el no ascenso a economía emergente apuntaron directo al corazón de una de las principales luchas del Gobierno: la necesidad de achicar, tan pronto como se pueda, una brecha fiscal que complica la posibilidad de ascender puestos en la consideración de las calificadoras y de aminorar las necesidades de endeudamiento externo.

“La reducción del déficit público se mantiene como uno de los principales desafíos del Gobierno a la fecha”, señalaron desde Puente.
Como señalan muchos de los analistas que alertan sobre el efecto espejismo que generó el blanqueo sobre el cumplimiento de las metas del año pasado, Puente puso sobre eso su mirada crítica. En ese sentido, sostuvo que la progresión de la brecha fiscal no es positiva: “Descontando el efecto del sinceramiento fiscal, se observa que el déficit primario creció desde 5,3% del PBI en 2016 hasta 5,9% en los últimos 12 meses”.
Además, según el informe, se espera que en el cuarto trimestre aparezcan “dificultades para cumplir con la meta, ya que requeriría un recorte del gasto del 20% en términos reales”.
Al respecto, el docente de la Universidad de La Plata, Francisco Eggers, dijo que las metas “no se van a cumplir, salvo que caiga otro maná del cielo, como el blanqueo”.
“En el primer trimestre adivinaron que habría ingresos extraordinarios por el lado del blanqueo. Para el segundo sabían que el déficit crecía mucho y por eso hicieron una meta acorde. En el tercero la cosa ya no es tan holgada pero en el acumulado todavía van a guardar aire de lo holgada que era la del segundo. En el cuarto recién aparecería el problema. Ese resultado lo van a publicar después de las elecciones y van a llegar a octubre con las metas cumplidas”, especificó.
Y agregó: “Van a llegar a las elecciones cumpliendo las metas y después dirán ‘nos pasamos y ahora tenemos que ajustar’. Pero ya superada la elección. De todos modos no harán un ajuste tan duro. Y la meta sólo se cumpliría con un ajuste fuerte”.
En ese sentido, señaló que se está llegando a un punto en el que es cada vez más difícil achicar el gasto. “Tenés una presión al aumento del gasto previsional y una presión al aumento en el gasto de intereses porque la deuda aumenta. El tema es el resto del gasto. Los subsidios ya van llegando a un punto más cercano al hueso y se achica la parte blanda en la que eliminás subsidios con  facilidad. Tocar los subsidios del transporte ya no es tan fácil. Te queda gasto que es fundamental políticamente como obra pública o tiene rigidez”.
Todas las metas del Gobierno lucen devaluadas. Las metas de inflación de 12-17% ya están prácticamente descartadas por todos los analistas. Según el promedio de los encuestados por el REM de mayo el IPC GBA dará 21,9% en diciembre y el IPC Nacional 21,4%.
Las metas de crecimiento de la actividad de 3,5% no gozan de mejor salud y ya desde el propio Gobierno declaran que a esta altura apuntan a una variación de 3%, que no permitiría lograr mucho más que recuperarse del bajón del 2016.
También, según el REM, están en duda las de déficit fiscal: en mayo creció el déficit esperado y según el promedio de los encuestados será de $ 431.300 millones, cuando para la meta del Ministerio de Hacienda el acumulado daría $ 409.500 millones.