Nueva Orleans: la ciudad del Jazz

Nueva Orleans: la ciudad del Jazz

Desde el momento en que aterrizás, ya sabés que la música reina en esta ciudad. El aeropuerto internacional lleva el nombre de Louis Armstrong -Satchmo para sus amigos-, músico ilustre nacido en Nueva Orleans y máximo exponente del jazz. Todo acá vibra y siente a través de la música. Jazz, zydeco, cajún, blues, rock. Siempre en vivo y en cualquier momento del día.

Llegar es sumergirse en una cultura riquísima heredada de africanos, franceses y españoles. Fundada en 1718 por colonos franceses con el nombre Nouvelle Orleans, estuvo durante casi 100 años en manos españolas. Napoleón la recuperó y en 1803 la vendió a Estados Unidos por la suma de US$7 la hectárea, en lo que se conoce como la Compra de Luisiana. Este cruce de nacionalidades la convirtió en una de las ciudades más multiculturales, abiertas y amigables de Estados Unidos.

Nueva Orleans es considerada la ciudad más fácil de caminar del país. Acá todo es fácil, por eso también la llaman «The Big Easy». Pasear es dejarse llevar por auténticas y sensoriales experiencias que deleitan los cinco sentidos. La Ciudad del Jazz invita, convida, atrae y contagia. Recorrerla permite comprender por qué NOLA -así la llaman los locales en alusión a sus iniciales NO (New Orleans) LA (Luisiana)- está rankeada como la ciudad más divertida de Estados Unidos, superando incluso a Las Vegas, Miami y Nueva York.

A Nueva Orleans no le cuesta trasnochar. De hecho, es cuando la ciudad cobra vida y los ritmos se sienten con más fuerza. Y si creías que no te gustaba el jazz, en tu visita a NOLA no solo vas a darte cuenta de que estabas equivocado.

Cuando camines la ciudad, hacelo con los cinco sentidos en alerta. Es probable que escuches alguna trompeta a lo lejos o veas un tumulto en alguna calle poco turística. Seguramente sea un jazz funeral y es una grata sorpresa encontrarlos. Son los entierros típicos en los que los familiares del difunto son seguidos por una banda musical que seguramente toque la clásica «Cuando los santos vienen marchando».

 

Fuente: Ohlala!