«Naranja X ya tiene su primera Visa prepaga»

«Naranja X ya tiene su primera Visa prepaga»

Se trata de una Visa prepaga que, de acuerdo con la empresa, permitirá abonar de «de forma rápida, cómoda y segura todas tus compras en Internet y apps favoritas, nacionales e internacionales».

Naranja X, la fintech de Naranja, mayor emisor de tarjetas de crédito de la Argentina, también tiene su propio plástico. Aunque virtual: algunos de los usuarios que tengan instalada la app ya pueden comenzar a usarla. En efecto, la empresa está probando la funcionalidad y la liberó a un grupo de usuarios para continuar con la última fase de su etapa de pruebas.

Se trata de una Visa prepaga que, de acuerdo con la empresa, permitirá abonar de «de forma rápida, cómoda y segura todas tus compras en Internet y apps favoritas, nacionales e internacionales».

De esta forma, los usuarios que no cuenten con ninguna tarjeta podrán utilizarla de manera gratuita y sin gastos de mantenimiento para suscribirse a servicios online de música, series, películas, juegos y pagar en apps de delivery y plataformas de ecommerce.

Para ello, obviamente, deberán cargar saldo en la cuenta digital de Naranja X por transferencia desde una cuenta bancaria o recargar crédito en Pago Fácil.

Así, la fintech que ya posee más de 220.000 usuarios en todo el país planea ser un jugador de peso contra otras fintech que ya ofrecen prepagas, como el caso de Ualá, Moni y BKR, entre otras. Y aprovechar el boom de uso derivado de la cuarentena.

Las app que permiten abonar productos y servicios, como Mercado Pago, experimentaron un fuerte aumento en cantidad de clientes, operaciones y tarjetas durante la cuarentena. «Hay un 60% de incremento de usuarios que ingresaron dinero en las cuentas digitales», cuenta a iProUP Alejandro Melhem, country manager para Argentina, Perú y Uruguay de Mercado Pago.

«El crecimiento está principalmente impulsado por personas ya bancarizadas. Es decir, que el ingreso de dinero se hace con tarjeta de débito o transferencia bancaria. Esto es natural y esperable porque durante la cuarentena los locales de cobranza que permiten cargar efectivo en la cuenta estuvieron cerrados durante varias semanas «, agrega Melhem.

Pese a que buena parte de los usuarios activos en Mercado Pago ya tienen una cuenta bancaria, la aplicación ofrece la posibilidad de pedir una tarjeta de crédito que la compañía emite en alianza con Banco Patagonia. «Las solicitudes de nuestra tarjeta crecieron casi 40% en lo que va de la cuarentena», confía el directivo a iProUP.

Al respecto, Melhem explica que esos pedidos tienen que ver con la necesidad de hacer todas las transacciones desde la misma plataforma. «Cuando podés pagar a través de la wallet, lo hacés; si en alguna ocasión, ya sea online o en un comercio en particular, necesitás pagar con tarjeta, te da la flexibilidad de hacer todo desde un mismo lugae», argumenta.

Y concluye: «Por eso el crecimiento de usuarios y fondeadores también se tradujo en este fuerte repunte en cantidad de tarjetas». Respecto a la entrega a domicilio, asegura que luego de algunas dificultades al comienzo de la cuarentena, quedó normalizada gracias a que estaban exentos del aislamiento. «En promedio, los tiempos aumentaron, pero nada fuera de nuestros niveles de servicio».

Ualá: el hito de los 2 millones
Por lo pronto, Ualá – la fintech que más le hace a Mercado Pago- también registró un boom en la cuarentena: llegó a 2 millones de tarjetas emitidas, de las cuales 50.000 se obtuvieron la primera semana de aislamiento.

En el caso de esta app, se trata de un plástico prepago al que se le carga dinero para que luego sea gastado de manera online o en comercios, ya que suele las plataformas de cobro la suelen asociar a una tarjeta de crédito. Entre las distintas fintech, es la mayor emisora de plásticos contactless.

Todos los usuarios de esta billetera reciben un plástico al momento de registrarse. Dado que el público principal de esta compañía son no bancarizados, la prepaga les permite hacer sus primeros consumos e ir ganando un historial crediticio. De esta manera, y a 10 meses después de haber llegado al millón de tarjetas entregadas, Ualá duplicó esa marca.

«Si bien teníamos previsto alcanzar ese número en estos días, durante los meses de aislamiento notamos un crecimiento en el interés por sumarse a Ualá. Es decir, personas que se descargan la app de forma orgánica sin haber sido impactados por nuestras acciones publicitarias», explica a iProUP Andrea Arrébola, directora comercial de la compañía.

La ejecutiva destaca que la pandemia «hizo que ciertos cambios de hábitos que podrían haber tardado años se hicieran en solo días» y añade que «en este último tiempo muchas personas y Pymes se vieron obligadas a volcarse a los medios digitales para adaptarse al contexto».

En la misma línea, Arrébola detalla: «Muchos se volcaron a utilizar Ualá para pagar sus facturas de servicios (y así evitar tener que hacerlo de forma presencial), aumentaron las transferencias entre particulares, las compras con tarjetas e incluso hemos visto un crecimiento en el uso de la funcionalidad del fondo común de inversión disponible en nuestra app».

Ualá se lanzó en octubre de 2017 y tiene presencia en todas las provincias argentinas. De hecho, siete de cada diez tarjetas fueron emitidas fuera de Capital Federal y Conurbano. Un 7% está en manos de menores de entre 13 y 18 años y 6% de los usuarios son extranjeros.

En la mayoría de los casos se trata de personas que no están bancarizadas y los principales consumos que realizan con la tarjeta prepaga tienen que ver con servicios intangibles, que sólo pueden pagarse con un plástico.

Entre ellas, resaltan las apps de streaming y de envíos, cuyo uso también creció a partir del aislamiento obligatorio. «Muchas personas la utilizan para suscribirse a Netflix o Spotify, para las apps de delivery o para comprar en sitios de comercio electrónico», señala Arrébola.

A la vez, recalca que aumentó el envío de dinero entre personas a partir del incremento de la transaccionalidad online producto de la cuarentena. «Creemos que buscan la posibilidad de enviar o recibir dinero a/desde una cuenta bancaria (CBU) o de otra fintech (CVU) para saldar cuentas con amigos o familiares, sin efectivo, cuando quieran y sin moverse de su casa», cierra la ejecutiva.

Fuente: Rosarionet