Naranja espera obtener la autorización para su Banco Digital

Naranja espera obtener la autorización para su Banco Digital

Naranja espera obtener la autorización para su Banco Digital. Si bien desde la empresa aseguran que la autorización es para operar como compañía de servicios financieros digitales, podrá ofrecer todos los productos de un banco digital.

Hace unos días, con el lanzamiento de la tarjeta prepaga Visa Naranja X, la compañía fundada por David Ruda y Gerardo Asrin dio un paso fundamental hacia lo que será Naranja en el corto plazo: una compañía de servicios financieros digitales.

Es que a la par del anuncio, la firma aguarda con expectativa la confirmación oficial por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) el OK para convertirse en un banco digital. En realidad, la solicitud está centrada en operar como compañía de servicios financieros digitales y de esa forma ofrecer toda la gama de productos que hoy disponen los bancos digitales, como Wilobank (el banco de Eurnekian), Openbank (Santander) o el recientemente lanzado Banco del Sol (Sancor Seguros).

«Naranja espera obtener la autorización para su Banco Digital»

Es decir, la empresa estará en condiciones de ofrecer cuentas sueldos, plazos fijos, caja de ahorro y tarjeta de débito, entre otros, que se sumarían a los productos que ya ofrece a través de la tarjeta tradicional y de Naranja X.

En su momento, cuando presentaron el pedido formal al BCRA, -y hace unos días- en el lanzamiento de Visa Naranja X, los encargados de la estrategia financiera/digital se encargaron de poner de relieve el “ecosistema” que está armando (y robusteciendo cada vez más) la empresa, con Tienda Naranja, Naranja Pos, seguros y Naranja X.

Todo indica que más temprano que tarde, todas las aplicaciones (y sus productos) se unificarán en una y desde allí se ofrecerá una batería de productos.  

Gastón Irigoyen, el CEO de Naranja X, es cauto al hablar del futuro de la compañía, pero reconoce que el “ecosistema de servicios financieros de Naranja ya es fuerte” y deja la puerta abierta a muchos otros productos que lanzarán en el mediano plazo.

Con una más que interesante base (los 5 millones de clientes poseedores del plástico de Naranja) la firma ya está jugando en un mercado muy competitivo con números que lo respaldan. “Por ahora es interesante la convivencia del mundo físico y virtual, por la gran cantidad de sucursales de Naranja”, señala Irigoyen, acotando que la tracción inicial de la nueva tarjeta fue de 70.000 plásticos, pero aspiran llegar a todos los clientes, en parte justamente a través de los locales “y después crecer y crecer, porque nos estamos metiendo en un nuevo segmento, como el de los adolescentes, que es dependiente de sus padres y se trata de un muy buen nicho a explotar”.

Fuerte apuesta. 

El objetivo de Naranja en su reconversión es claro. Un número que ilustra esta situación es el crecimiento de Naranja X, el brazo fintech de la compañía. “El desarrollo ha sido impresionante”, dice Irigoyen, quien lleva 18 meses en el cargo. “En ese lapso, pasamos de 10 personas a 250, 125 de las cuales se sumaron en el 2020 y 95 de ellas en plena pandemia. Son muchos números, pero habla a las claras de una apuesta”, añade.

Esa expansión se ve reflejada en la explosión que se produjo durante la pandemia con las formas de pago, donde el cobro electrónico cobró una relevancia determinante, imposible de revertir cuando se deje atrás la “nueva normalidad”. “Un ejemplo: tenemos 80.000 clientes comerciantes con Naranja Pos que en julio y agosto facturaron el mismo monto que en los primeros seis meses del año. Esto llegó para quedarse”, señala Irigoyen.

Fuente: Punto a Punto