Moreno confesó que "el modelo ´Nac & Pop´ terminó en 2012"

(El Cronista, por Ezequiel Chabay) – Guillermo Moreno, 61 años y más de 40 de militancia peronista, se postula por primera vez a un puesto electivo. “¡Ojo que si nos vota todo el peronismo ganamos las PASO!”, se entusiasma. “¿Sabés lo que va a ser esto si gana Moreno?”, lanza, en forma retórica y con los ojos iluminados, antes de despedirse del reportaje.
Su oficina y cada uno de los objetos del antiguo piso que ocupa, con una vista privilegiada de la Legislatura y de la peatonal Perú, descubren al Moreno cotidiano, un personaje distinto algo similar y algo distinto al reflejado en los diarios. La puerta de ingreso al inmueble  luce ajada por fuera y reforzada con seguros y trabas por dentro, testigo de alguna intempestiva violencia pasada. Los muebles cuentan los años de su propietario, y en el interior se revive, por medio de cuadros y fotos, la mística peronista que salta a cada minuto del reportaje pedido para conversar sobre la actualidad y su candidatura.
Sin pelos en la lengua, asegura que la administración del presidente Macri “la conforman descerebrados sin ninguna posibilidad de dar respuesta a la Argentina”, y que el próximo gobierno “va a ser de orientación peronista”, porque “es la única que queda”. Reconoce que Jorge Castillo, el “rey” de La Salada, es su amigo personal, y sugiere que su detención es una operación para beneficiar a las grandes cadenas. Usa nombre y apellido, y fustiga al empresario Eduardo Elsztain, presidente de IRSA, dueño de varios shoppings en la Capital y el conurbano. También ataca el economista Miguel Bein cuando se le pregunta por las cifras del Indec, que defiende a ultranza.

 ¿Cómo ve al gobierno de Mauricio Macri?

Tenemos la caracterización de que este experimento oligárquico está acabado. Al principio, caracterizamos esto como un modelo, que ejecuta decisiones seguidas por una lógica. Pero en el segundo semestre del año pasado nos dimos cuenta que no estábamos frente a un modelo, sino frente a una sumatoria de decisiones absolutamente aleatorias, y que este Gobierno actuaba en base al ensayo y el error. Eso es un experimento, y este experimento oligárquico, en términos económicos, está acabado.
¿No confía en la expectativa de crecimiento que menciona el Gobierno?
No, no, no. ¡Está terminado!  El ciclo económico de este experimento político está terminado: está comandado por descerebrados que no tienen ninguna posibilidad de darle ninguna respuesta al país. Eso no significa que el ciclo político esté yuxtapuesto al ciclo económico. Tenemos un desfasaje entre el ciclo económico y el ciclo político, pero con estas elecciones habrá una yuxtaposición correcta entre el ciclo político y económico. Esto es lo que va a acontecer, y esa es mi expectativa para estas elecciones.

«El próximo gobierno va a ser de orientación peronista”, porque “es la única que queda”

Entonces, ¿confía plenamente en que asuma otro gobierno a partir de 2019?
El próximo gobierno va a ser de orientación peronista. Es la única que queda. Lo único que hay es el movimiento nacional justicialista y la Iglesia. La Iglesia, como estructura ordenadora de la nación. Y como la Iglesia no puede gobernar, queda solo el peronismo.
Siguiendo su lógica de pensamiento, ¿cuándo terminó el ciclo económico del gobierno kirchnerista?
(Hace silencio, medita) Para fines de 2012 ya se había concretado.
¿Acaso no hubo capacidad de autocrítica?
Hubo reflexiones al interior del Gobierno, pero estuvo claro que el ciclo político tenía otras características. Nosotros tendríamos que haber pasado de un modelo nacional y popular con orientación en el consumo hacia un modelo nacional y popular con orientación en la producción. El modelo nacional y popular con orientación al consumo había alcanzado su clímax y estaba concluido su ciclo hacia 2012. Tendríamos que haber hecho la transformación hacia la producción. Es muy fácil decirlo, pero la implementación de eso genera el mismo problema que tuvieron el plan de convertibilidad o este experimento.
¿Este planteo que usted hace hoy, ya existía en 2012?
Sí, sin duda. Se reflexionó incluso al interior del Gobierno.
Y hubo una decisión de no cambiar…
Hubo una decisión de analizar las posibilidades de cambio, qué implicaba, y se llegó a la conclusión de que era correcto preservar la manera en que veníamos llevando la cosa.

¿A nivel persona, hace una autocrítica de su gestión en la Secretaría de Comercio Interior?
Sí, la hemos hecho. Creo que me faltó el énfasis necesario en el plan de negocios de YPF. El plan de negocios de (Miguel) Galuccio era un mal plan de negocios, y continúa igual con la actual conducción. YPF tuvo impacto en nuestra política energética y en la relación de precios que había al interior de la economía.
¿Por qué, con 62 años, se postula por primera vez a un puesto electivo?
Venimos bregando por la unidad del movimiento nacional justicialista desde el primer acto que hicimos, el 20 de diciembre de 2015. Y desde ahí construimos la lista y planteamos la unidad en todos los distritos, cosa que logramos, excepto en la Provincia de Buenos Aires.
¿Por qué fracasó la unidad en la Provincia, entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo?
Yo deseo que el pueblo sea más inteligente que los dirigentes y ponga en primer lugar a una peronista y, en segundo lugar, a otro peronista. Lo que no conseguimos con la inteligencia de los dirigentes, espero que lo logremos con la inteligencia de los votantes.
«El modelo nacional y popular con orientación al consumo había alcanzado su clímax y estaba concluido su ciclo hacia 2012»
Su respuesta habla de deseo, y deja entrever una explicación: ¿cuál de esos dirigentes tuvo un mal genio para resolver las diferencias?
Para bailar el tango se necesitan dos. Eso está claro.
¿Cuáles son sus propuestas para los porteños?
En el caso de la seguridad, hay que mandar a la Policía. En el caso de la educación, hay que jerarquizar el sistema público, y en el caso del sector privado hay que atender esas escuelas que tienen mucha incidencia en sectores populares. Otro tema fundamental: como estos chicos (n. de r.: el Gobierno) son básicamente vagos y no trabajan, y están acostumbrados a que la plata les llueva, aumentan los impuestos. Hay que bajar las tasas y contribuciones para ponerle plata a las familias en el bolsillo. Hay que bajar la presión impositiva: que se acostumbren a administrar con pocos recursos.
Qué lo distingue de sus competidores en las PASO?
Nosotros estamos claramente buscando al electorado peronista. A los peronistas que acompañaron al actual oficialismo, a los que fueron con el Frente Renovador y a los que se mantuvieron en el partido. Si todos los peronistas nos votan, ganamos las PASO.
En 2016 se perdieron más de 86.000 puestos de trabajo y cerraron 4.000 empresas. ¿Confía en esas estadísticas del Indec?
Sí, sí. En las de antes y en las de ahora. Repito: en las de antes, y en las de ahora.
No lo ven así los economistas y las consultoras que midieron la evolución de precios…
Hoy lo escuché a Bein, diciendo que dejó de medir la inflación porque “no quiere meter ruido” en unas estadísticas que están “bien hechas”. O sea, antes él presuponía que las estadísticas estaban mal hechas y, por eso, “metía ruido”. A confesión de parte, relevo de pruebas. Antes las estadísticas estaban bien, y hoy también.
Ahora, ¿por qué Bein metía ruido y ahora no? ¿Será que los clientes le piden que ya no lo haga? ¿Un economista que decía que en julio del año pasado la economía iba a creer al 5%, y hoy dice que crecerá 2,5% no tiene juicio de mala praxis? ¿O acaso dice una cosa en público y otra en privado? Estos consultores se viven equivocando sistemáticamente porque no expresan el conocimiento profundo que dicen tener, sino lo que necesitan que sus clientes que digan.
«Yo deseo que el pueblo sea más inteligente que los dirigentes y ponga en primer lugar a una peronista y, en segundo lugar, a otro peronista»
¿Usted cree que la inflación que medía el Indec coincidía con la evolución de precios, por ejemplo, registrada en la Ciudad?
El Indec nunca midió la Ciudad. Medía el aglomerado Buenos Aires, o el total país. Eso lo hacía la Dirección General de Estadísticas de la Ciudad, que difería entonces y difiere ahora.
¿Cuál era su relación con Jorge Castillo, conocido como “el rey de La Salada”?
Como con cualquier otro empresario. Es más, vi más veces a Eduardo Elsztain, del cual no soy amigo, que a Castillo…

¿usted es amigo de Castillo?
Sí, sí, sí… pero lo vi más a Elsztain que a él.  Ahora, si Elsztain comete delitos y debe estar preso, ¿por eso vas a hacer explotar el Alto Palermo, IRSA o el Banco Hipotecario? ¿Por qué, si Castillo cometió delitos, hacemos explotar un emprendimiento que le dio de comer a miles y miles de argentinos? ¡Porque estos son unas bestias, que no les interesan los puestos de trabajo! O bien, estarán trabajando para los shoppings. Si no, no tienen ninguna explicación. Los delitos son personales, no del negocio. Es una barbaridad lo que han hecho. El negocio de Castillo, simplemente, era un negocio como el de IRSA. O el de Elsztain, para ponerle un apellido.
¿Le parece realmente así?
No hay ninguna diferencia, excepto el monto del alquiler. Como negocio, es exactamente el mismo. Si Castillo es un delincuente, tiene que pagar, pero es una barbaridad dejar a miles de personas sin trabajo. Ahora dicen que van a preservar las fuentes de trabajo, después de hacerlos explotar.
Muchos empresarios dicen que en reuniones con usted, aparecía un revólver sobre la mesa…
¿Cuántos empresarios te dijeron eso, mirándote a los ojos?
¿Acaso es mentira?
¡Pero ya lo desmentí! ¡Eso es un invento de Verbitsky, en Página 12! Y está referido a mi conducta en la Secretaría de Comunicaciones, e hizo esa nota a los 15 días que yo asumí en la Secretaría de Comercio. Ese artículo estaba referido a mi trato con los empresarios de las telecomunicaciones. ¿Te parece que para discutir con ellos era necesario poner un arma arriba de la mesa? Es una fantasía.
Varios candidatos porteños piden un debate antes de las PASO… ¿se anima?
Por supuesto. Con gusto. Y lo desafío particularmente a Lousteau a un debate, porque se pasó 10 años hablando pavadas, sabiendo que yo no contestaba públicamente. A partir del 10 de diciembre de 2015, contesto públicamente, así que estoy disponible, cuando quiera, para responderle. Lousteau habla de “Evolución”, pero no se puede evolucionar un experimento oligárquico. ¡Hay que revolucionarlo, con una revolución justicialista! Y siempre en paz, como nos enseñó Perón.