Monotributo: Los cambios propuestos por el Gobierno

Se busca eximir del pago impositivo a las categorías más bajas y eliminar, para nuevos adherentes, el aporte a la obra social

El Gobierno enviará al Congreso de la Nación un proyecto de ley que busca disponer una serie de medidas presentadas como incentivos para la adhesión de personas al régimen del monotributo.

La propuesta, que según afirman en el oficialismo apunta principalmente a quienes están en la economía social y en la informalidad, contempla que los nuevos contribuyentes y los que ya están anotados en las categorías A, B y C (son quienes facturan hasta $770.000 anuales, según el esquema actual) no paguen más el componente impositivo del sistema, que hoy es de $228,63, $440,49 y $753,19 (servicios) o $696,01 (comercio) en cada uno de los tres escalones. Y que, además, quienes ingresen en el futuro queden liberados de aportar al sistema jubilatorio durante dos años a partir de la inscripción, en tanto que en el tercero y en el cuarto año abonarían solo el 50% de esa contribución, que de por sí está ya hoy subsidiada, si se consideran los compromisos de pago futuros que asume el Estado.

Prestaciones de salud

Con respecto a las prestaciones de salud, no habría servicios brindados por una obra social para quienes se anoten a partir de la vigencia de los cambios. Por lo tanto, no se pagaría ese aporte mensual, que es la mayor parte de lo que se abona en el sistema simplificado en el caso de las categorías más bajas.

Este es un aspecto históricamente controvertido, dada la resistencia a dar atención a monotributistas por parte de muchos sindicatos, cuyos dirigentes tuvieron reparos a causa de los montos percibidos. Actualmente, el aporte por persona para la salud está en $1408,87.

Quienes ya están en el sistema podrán optar entre seguir en la obra social o tomar el plan que diseñará el Estado y que estará a su cargo, de acuerdo con lo planteado por la iniciativa. Una vez pasados cuatro años desde la adhesión al monotributo, en el caso de quienes estén en las tres categorías más bajas podrán optar entre seguir con la cobertura del Ministerio de Salud, o pasar a una obra social, en tanto que quienes estén en las categorías D y superiores tendrán obra social, según fuentes del Gobierno.

De acuerdo con la propuesta –que es una de las patas de un plan que tiene su eje en la economía social (ver aparte)–, para los nuevos contribuyentes que se ubiquen en las categorías D o de mayor facturación se prevé un esquema por el cual no se abonará el componente impositivo durante dos años, en tanto que en el tercer año se aportaría el 50% del monto establecido para la categoría correspondiente, y en el cuarto año se contribuiría con el 75%. En esos escalones, los montos por ese concepto hoy van de $1237,37 a $15.887,51.

Componente previsional

Con respecto al componente previsional, estas personas no contribuirían durante el primer año y sí lo harían después, pero parcialmente: durante el segundo año pagarían el 25% de lo que le corresponda a la categoría en la que estén; el tercer año, el 50%, y el cuarto año, el 75%.

El aporte previsional de los monotributistas va hoy desde los $1008,72 en la categoría A, hasta los $2616,36 en la K, la de mayor facturación permitida (que es solo válida para la actividad de comercio). Si bien durante muchos años el monto fue igual para todas las categorías, desde 2017 en cada una se debe pagar una cifra que es un 10% más alta que la del escalón inmediato inferior. La promesa es el pago de la jubilación mínima y, con el paso de los años, la relación entre lo aportado y esa prestación se redujo significativamente, afectando el financiamiento del sistema.

El nuevo sistema reemplazaría a los actuales esquemas de monotributo social y promovido, que ya contemplan subsidios estatales para quienes cumplen con ciertos requisitos. El monotributo social abarca a quienes facturan hasta $370.000 anuales, que es el tope de ingresos de la categoría A.

La iniciativa también aclara que solo podrán beneficiarse de las exenciones previstas quienes únicamente tengan ingresos derivados de la actividad por la cual adhieren al monotributo. Esto significa que no habrá eliminación ni reducción de los montos a pagar en el caso de quienes también sean empleados o jubilados.

Fuente: La Nación