Massa Promete financiar las importaciones

Massa Promete financiar las importaciones

Dudas sobre el sistema en un país sin acceso al crédito

Le plantearon la situación crítica de los stocks. El ministro dijo que intervendrá el Banco Nación.

Cuentan que Sergio Massa pidió ingresar al Golden Center por la puerta principal. Tal vez para probarse. Y a juzgar por lo que pasó en los casi 100 metros que separan ese acceso al salón VIP, pasó el test. A tal punto, que Daniel Funes de Rioja le reconoció: «Tenés mucho carisma, Sergio». En ese trecho se agolparon empresarios para la selfie a las que el ministro de Economía accedía de buena gana. Pero hubo otros como Ohanes Bogiatzian, el fabricante de las sábanas Danubio y Fiesta en Tierra del Fuego: tras la selfie le suplicó por una audiencia.

En el trayecto y junto a la foto de ocasión enviaba a unos a hablar con Guillermo Mitchel, de la Aduana y a otros con Lisandro Cleri del Banco Central, mientras prometía soluciones como un fideicomiso para fertllizantes.

Ya en el salón VIP anticipó el mecanismo de financiación de importaciones a cargo del Banco Nación que luego anunciaría en el estrado.

Para la entrevista, la UIA eligió a su secretario Miguel Rodríguez, dueño de Sinteplast.

Precisamente, de una industria como la pintura en la que el insumo importado pesa un 35% en el producto final. Y están casi sin stock. Rodríguez le habló de esas restricciones, que generan «una situación crítica de los stocks. Es un favor que te pedimos», le dijo en tono amistoso.

Massa respondió: «Muchas empresas habían reiterado los pedidos en SIMI ( el sistema anterior para las importaciones) porque no teníamos un sistema con trazabilidad; ahora el sistema está monitoreado por todos los organismos que intervienen en el proceso. Además, cuando mirábamos antes en términos de inventarios de demanda, aparecían pedidos pendientes por US$ 39.800 millones para el período entre septiembre y diciembre.

Todos sabemos que ese número no es el que necesita la producción para trabajar , sino que tenía que ver con pedidos acumulados reiterados o medidas cautelares», soltó al recordar que hubo «vivos que cambiaban el avión una vez por año».
Rodríguez le reiteró: «Hay empresas con problemas. Y cuando se autorizan las importaciones salen con una fecha de pago que no es la adecuada. Y tenemos salir a buscar financiación.

Cuando eso pasa, no encontramos a nadie atrás. Y cuando hablamos con los proveedores, nos dicen que los plazos de mercado mayores a 180 días no existen».

Financiamiento del Nación

Massa anunció en ese momento un sistema de financiación con el Banco Nación. «La mayoría de los bancos extranjeros son corresponsalías de los bancos argentinos. Pero no es el caso de las sucursales del Banco Nación en Nueva York y en Madrid.

Vamos a habilitar un mecanismo de financiamiento desde el Banco Nación para aquellos sectores y actores que tengan capacidad de crédito en la Argentina, pero que no tengan acceso al mercado de crédito internacional. Lo vamos a fondear con dos mecanismos de garantía, uno con un organismo multilateral y otro con un fondo sobre la base de tenencia de títulos públicos que tiene el Estado argentino», intentó entusiasmar.

Y amplió: «Vamos a colateralizar garantías para darle financiamiento desde Estados Unidos y desde España a los que necesitan importar desde el mercado europeo y el estadounidense, utilizando instrumentos que ya tiene el Estado vía Banco Nación a crédito que con otro tipo de actores no pueden acceder».

Buenas intenciones

Consultados, a muchos de los industriales les pareció un mecanismo de buenas intenciones, difícil de implementar para un país «al que no le presta nadie», comentaban en voz baja en algunas mesas.

Hacia el final, Massa les habló de un mecanismo ágil que les permita resolver problemas. «Vamos a incorporar al semáforo de riesgo, a la mesa semanal de trabajo de todo el sector público ?Banco Central, Aduana y Secretaría de Comercio?, al director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz, para ir resolviendo». Y así pudo retirarse entre aplausos.

Cuando nos autorizan y hablamos con los proveedores, nos dicen que los plazos de mercado mayores a 180 días no existen».
En el escenario. Sergio Massa y Miguel Ángel Rodríguez. Diálogo amistoso con planteos sobre trabas que afectan la cadena productiva.

Por los salones del Golden Center

En la conferencia de la Unión Industrial muchos estaban más atentos a la negociación que se lleva adelante por los precios con el Gobierno que a lo que se decía en los paneles. Mañana se anuncia y Daniel Funes de Rioja, le dijo a Clarín que si se trata de «precios acordados», me tendrán en la foto.

«No queremos morir en el desgaste del día a día, nos quita lo fundamental de nuestra gestión», disparó Karina Leis, una empresaria pyme del plástico en lo que fue una catarsis.

«No hay cultura del trabajo», soltó Matías Furió, otro pyme al plan tear sus dificultades. Los yerbateros explicaron que será difícil cumplir conlos precios quietos por la suba del 50% de la materia prima garantizada por el gobierno. Otro tanto les pasa a los del vino que anticipan aumentos en la uva tras las heladas.

No tengamos miedo a ser rentables…

Javier Madanes Quintanilla, de Aluar y Fate, fue muy aplaudido cuando dijo, citando a los babilonios: «No tengamos miedo a ser rentables, sí a ser ineficientes», en obvia referencia al nivel impositivo.

También fue celebrado el discurso de campaña de Horacio Rodríguez Larreta que introdujo la idea de Generación 23. Los llamó héroes, les reconoció que serían competitivos si Argentina fuera un país normal.

Hugo Sigman trazó un panorama global: «Hay un alerta. Occidente observa a Oriente representa 30% del PBI mundial y lo que se discute es dónde va a estar la economía, porque lo que era una globalización planetaria de circulación de capitales mercancías y tecnologías se redujo y se achicará más. Ha cambiado el eje en la toma de decisiones.
Serán más geopolíticas que económicas».

Fuente: Clarín