«El programa con el FMI está rengo», afirmó Redrado

«El programa con el FMI está rengo», afirmó Redrado

Martín Redrado se refirió al acuerdo con el FMI, el rol del BCRA y los desafíos hacia adelante. “El país debe emprender una cruzada exportadora”.

En diálogo con El Economista, el ex presidente del Banco Central, reflexionó sobre el anuncio que realizó el Gobierno días atrás con respecto al acuerdo con el FMI.

«La economía tiene una vulnerabilidad externa que el programa anunciado no atiende. No veo medidas que vayan en pos de mejorar la Cuenta Corriente. Aun con el nuevo nivel de tipo de cambio, vamos a un déficit no menor a 5% del PIB. El programa con el FMI está rengo. Hay que complementarlo con un programa de crecimiento», destacó el economista.

Consultado acerca del préstamo “Stand-by” excepcional de 36 meses, sostuvo: «es un programa clásico del FMI y no tiene nada de nuevo e innovador, siquiera lo del gasto social. Es un ajuste exigente que no tiene en cuenta el crecimiento ni los desajustes de Cuenta Corriente, y el Gobierno debe atenderlos para que no sea un clásico ajuste recesivo».

Además, advirtió que el Gobierno de Mauricio Macri debe evitar «caer, una vez más» en el «error» de usar la tasa de interés como el único instrumento de política monetaria. Al respecto señaló como primordial «hacer una verdadera cruzada exportadora».

«Debemos enfocar esfuerzos hacia los mercados complementarios, como Vietnam, Indonesia, Malasia o India. Y más América Latina, también. Un ejemplo es el vino que entra a México, un país que no produce vinos. El de Argentina paga 8% de arancel mientras que el de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia paga 0%. Hay que movilizar más al sector privado para que gane nuevos mercados y, como decía, necesitamos una política más agresiva para exportar más. También hay que trabajar en el resto de los costos que hoy traban las exportaciones, entre ellos, los impositivos. No veo nada por allí, y tampoco nada proinversión. Los países que crecen son los que tienen incentivos.»

(Fuente: El Economista)