Los incrementos en las naftas ponen más presión sobre la inflación

Como consecuencia de la devaluación y la suba del barril de petróleo, las naftas subieron en los últimos días más de lo que ya estaba pautado.

El costo del litro de nafta premium ya alcanzó los 43,50 pesos en algunas ciudades del interior del país, ampliándose así la dispersión de precios y la brecha con los valores registrados en la Ciudad de Buenos Aires.

Cada incremento en el precio de la nafta se traduce directamente a otros precios de productos y servicios que se traducen en una escalada de la inflación y disminución del poder adquisitivo de los -ya golpeados- bolsillos de los ciudadanos.

El ministro de Energía, Javier Iguacel, aseguró recientemente que el mercado de los combustibles en la Argentina «está totalmente liberado» por lo que cada estación de servicio puede poner el precio que desee en sus surtidores.

El líder de la cartera de Energía tomó un rumbo distinto al dispuesto por Aranguren, que antes de abandonar su cargo tenía un acuerdo para congelar los precios y programar subas escalonadas. Este nuevo escenario genera incertidumbres y abre la posibilidad de nuevas alzas en el precio de productos y servicios esenciales, que indudablemente se ven afectados por estas subas.

La nafta, más cara en el interior

La brecha entre el interior y Buenos Aires vuelve a quedar en evidencia por el combustible. En la ciudad correntina de Sauce, los consumidores deben abonar 43,50 pesos por litro de nafta premium, mientras que en Capital Federal cotiza $28,11. Es decir, la diferencia es del 44%.

El litro de nafta premium -el combustible más recomendado por las automotrices- había cerrado junio en esta ciudad en los $36,5, pero el 1º de julio subió a $38,5 y cinco días después alcanzó los $43,5.