Las exportaciones japonesas aumentan por segundo año consecutivo, pero con perspectivas poco halagüeñas

Japón encadena dos años consecutivos de aumento de las exportaciones, lideradas por los sólidos envíos de automóviles a Estados Unidos, aunque las expectativas de una fuerte recuperación de la demanda se desvanecen rápidamente en el escenario de endurecimiento monetario mundial y la preocupación por los bancos de todo el mundo.

La tercera mayor economía del mundo ha tenido dificultades para recuperarse tras el colapso de la crisis financiera, lastrada por la debilidad del consumo de los hogares y la ralentización mundial. La ralentización de los envíos a China también ha echado por tierra las esperanzas de los dirigentes monetarios de una rápida recuperación tras la pandemia.

Los datos comerciales del Ministerio de Finanzas mostraron el jueves que las exportaciones japonesas crecieron un 6,5% interanual en febrero, por debajo del aumento del 7,1% esperado por los economistas en una encuesta de Reuters. En el mes anterior, el aumento fue del 3,5%.

Las importaciones aumentaron un 8,3%, frente a la estimación media de un incremento del 12,2%, lo que se tradujo en un déficit comercial de 897.700 millones de yenes (6.750 millones de dólares).

Fue el mayor déficit comercial del mes de febrero.

La economía japonesa evitó por poco una recesión en los últimos meses de 2022, ya que el consumo siguió siendo débil y las exportaciones se vieron lastradas por la ralentización del crecimiento mundial.

El endurecimiento monetario en todo el mundo, las limitaciones de la cadena de suministro y la guerra de Ucrania han socavado la recuperación de Japón.

En un rayo de esperanza para un posible repunte de la demanda privada, el principal indicador de la inversión empresarial mostró una fuerte lectura el jueves.

Los pedidos de maquinaria básica aumentaron un 9,5% en enero respecto al mes anterior, la mayor subida mensual en más de dos años.

Los pedidos de las empresas del sector servicios se dispararon un 19,5%, hasta un nivel registrado por última vez en noviembre de 2019, en un momento en que aumentaron las inversiones para hacer frente a la demanda postpandémica.

Sin embargo, los pedidos de las empresas manufactureras retrocedieron un 2,6% arrastrados por las empresas tecnológicas y de automóviles en un escenario de debilidad de la economía mundial y las necesidades de semiconductores.

(1 dólar estadounidense = 132,9600 yenes)

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