La reforma tributaria, auna en quejas a petroleras y kiosqueros

Cuando se acerca el debate en el Congreso por la reforma tributaria, dos puntos muy distantes de la cadena de comercialziación de dos productos muy distintos,  reafirmaron críticas similares hacia una dinámica en el  proyecto que consideran al menos inconsulta.
Las petroleras sostienen que el Gobierno quedó en promesas al afirmar que les cobraría con menos impuestos para impulsar la actividad pero salió por el otro lado, con el nuevo gravamen al dióxido de carbono (CO2). Los cambios implican un 10,1% más de impuestos en cada litro de nafta, en comparación a lo que se paga hoy ($ 6,84 contra $ 6,21). Ya que sus valores absolutos se ajustarán trimestralmente por inflación, habrá certeza de aumentos periódicos en surtidores, sin tener en cuenta lo que pase con el crudo a nivel internacional.
La dinámica del caso del tabaco es similar, la ley vigente fijó el impuesto interno de los cigarrillos en 75 por ciento y con el proyecto del Ejecutivo pasará a ser del 70 por ciento. Pero la reforma también contempla aumentar el impuesto mínimo vigente de 22 a 28 pesos, monto actualizable trimestralmente de acuerdo al Indice de Precios al Consumidor nacional. “Como referencia, la carga fiscal total de un paquete de cigarrillos de 20 unidades, con un precio de 40 pesos, quedará en más del 90 por ciento representado por impuestos”, según un comunicado difundido por la British American Tobacco Argentina.
Por otra parte, desde la Unión Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) alertaron que la decisión de aumentar la carga impositiva sobre la venta de cigarrillos más económicos pondrá en riesgo a más de 100 mil kioscos e incrementará el comercio ilegal, a la vez que solicita una mesa de diálogo con el Gobierno y las tabacaleras.