La política entra en modo electoral y se aceleran las internas en el oficialismo y en la oposición
El horizonte electoral parece lejano -primarias en septiembre y generales en noviembre- y hasta ajeno socialmente en el contexto de la pandemia y la crisis. Pero en poco más de un mes, el 24 de julio, vence el plazo para anotar las listas que competirán en las elecciones nacionales, con el agregado de que muchos distritos, empezando por la provincia de Buenos Aires y la Capital, se impusieron el mismo cronograma. Frente a ese panorama, esta semana será visible la disputa en Juntos por el Cambio. Y en el oficialismo seguirá creciendo una pelea que se expresa en la gestión.
El PJ empezó a dar los pasos sólo formales para ratificar su pertenencia al Frente de Todos. El fin de semana sesionó el Congreso del peronismo bonaerense, de manera virtual, pero se evitó tensar la cuerda interna con algún gesto que convalidara liderazgos partidarios. Sigue abierta la tensión por la coronación de Máximo Kirchner al frente del peronismo provincial y nadie quiere profundizar las fisuras con algunos intendentes.
Está claro que existe la decisión de tratar de mantener la imagen de unidad. La principal señal fue expresada por Cristina Fernández de Kirchner al dar por iniciada de hecho la campaña. Axel Kicillof jugará un papel central y la ex presidente definirá los pasos políticos, además de ser gravitante en la confección de las listas. Eso se reflejará principalmente en la nómina para diputados nacionales. Más compleja es el armado para la Legislatura local, en especial para la cámara de Senadores provinciales, que hasta ahora está en manos de JxC.
Pero existen otros movimientos y tienen que ver con la disputa por el perfil del Gobierno y la interna en el poder. Cristina Fernández de Kirchner instaló en la agenda del oficialismo la necesidad de reformar el sistema de salud, algo que puso en guardia a las empresas del sector y a los jefes sindicales, por las obras sociales.
Por ahora no está claro cuál sería el proyecto. Y menos, sin conocer la propuesta, qué suerte podría correr una ley de ese tipo en el Congreso. Pero de hecho, la ex presidente obligó al Gobierno a darle oxígeno al tema en el discurso oficial.
Otra señal en la misma dirección se produjo el fin de semana con un planteo del kirchnerismo duro a favor de la estatización de la Hidrovía. La declaración fue firmada por Jorge Taiana, Amado Boudou, Fernanda Vallejos, Raúl Zaffaroni, Juan Grabois y Juan Carlos Schmid, entre otros. La actual concesión vence dentro de unos cuarenta días y el Gobierno mantiene la decisión de avanzar con un proceso de licitación. Es otra señal que, aunque remite formalmente al ministerio de Transporte, se proyecta sobre el difícil escenario que transita Martín Guzmán para avanzar en las tratativas con el FMI y dar un mensaje a favor de las inversiones.
En la oposición también se perfilan días intensos. La pelea central en JxC expresa antes que nada la pulseada por los liderazgos, con Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta en primera línea. Y eso se traduce en la tensión por la definición de las listas en la provincia de Buenos Aires y la Capital.
Se espera que esta semana María Eugenia Vidal mueva su ficha. Y anuncie si finalmente juega con Rodríguez Larreta en la disputa porteña, enfrentada a Patricia Bullrich, o si se mantiene en la provincia. La última opción sería no competir esta vez. Pero en el distrito bonaerense apareció un jugador de manera algo sorpresiva. La UCR impulsa a Facundo Manes y eso movió el tablero donde también aparecen Jorge Macri y Diego Santilli.
Elisa Carrió hizo una dura advertencia sobre la necesidad de moderar la batalla y preservar la unidad de la coalición. Esta semana se reúne nuevamente la mesa nacional de JxC. Y habrá contactos antes y después para tratar la cuestión de la interna, como el ya previsto entre Carrió y Vidal, y otros más reservados. Es probable que haya pelea en las PASO, pero lo que ya se discute es cómo manejar la competencia con daño controlado en materia de imagen.
