La policía alemana detuvo a Puigdemont en la frontera

La policía alemana detuvo a Puigdemont en la frontera

El expresidente catalán intentaba cruzar desde Dinamarca. Junto con el Brexit, el proceso independentista de Cataluña era una  de las grandes incertidumbres internas para Europa
La detención este domingo de Carles Puigdemont en un pueblo del norte de Alemania, tras cruzar la frontera danesa a donde llegó procedente de Finlandia, complica notablemente el horizonte judicial del expresidente catalán. El arresto, en virtud de una orden europea de detención y entrega, un mecanismo de cooperación judicial entre países de la Unión Europea, abrirá previsiblemente un proceso de estudio de su caso ante la justicia germana, que deberá decidir si entrega a España al político, procesado desde el viernes pasado por delitos de rebelión y malversación por el proceso que desembocó en la declaración de independencia de Cataluña el pasado 27 de septiembre.
Puigdemont trataba de alcanzar Bélgica por vía terrestre. En ese país, donde fijó su residencia tras la declaración de independencia y donde se inició un proceso de entrega que fue cancelado por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, disponía de una amplia red de apoyo de los nacionalistas flamencos, y contaba con abogados especialistas en procedimientos de justicia internacional. Bélgica era un buen refugio por el hecho de que en su código penal no existe un delito directamente equivalente al de rebelión, con lo que se complicaba el requisito de doble incriminación –que la conducta sea considerada punible en los dos países- para que pudiera ser entregado para juzgarle por ese delito.
Además, los jueces belgas, según fuentes judiciales españolas, son especialmente puntillosos y sensibles a las alegaciones de vulneraciones de derechos fundamentales, como el de participación política, que alegaban los abogados de Puigdemont. Fuentes judiciales consideraban que de seguir en Bélgica lo más probable es que solo se consiguiera una entrega parcial, que solo permitiera su enjuiciamiento por delito de malversación, con lo que se daría la paradoja de que el cabecilla del procés tendría, llegado el caso, una pena inferior a la del resto de procesados. En Alemania, la tipificación del delito de rebelión es muy similar a la española, lo que facilita que pueda prosperar la Orden Europea de Detención, un procedimiento que sustituye en el ámbito de la Unión Europea, a las antiguas órdenes de extradición. Para lanzar esta orden es preciso que la Fiscalía lo reclame previamente.