La peor crisis de la Unión Europea

La Comisión Europea, con sede en Bruselas, vistió ayer de cifras el desastre económico que causará la crisis provocada por la irrupción del coronavirus Covid-19 en nuestro país. “La contracción en la actividad económica no tendrá precedentes”, señala el documento que presentó el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en una rueda de prensa.

La economía española está profundamente afectada y caerá un 9,4% este año, tras haber superado el pasado año la media europea con un crecimiento del 2%. Tan solo dos países están peor posicionados que España. Grecia (-9,7%) e Italia (-9,5%) registrarán una contracción más profunda que la española en 2020.

Según los datos presentados, el próximo año 2021 el rebote será significativo, ya que la Comisión espera que nuestra economía crezca de nuevo un 7%, aunque dependerá de cuándo se recupere la actividad totalmente.

El impacto de la pandemia también será significativo en el mercado laboral, ya que el desempleo aumentará desde el 14,1% del pasado año hasta el 18,9% este año, para reducirse ligeramente hasta el 17% el que viene.

Recuperación lenta La Comisión además advierte que el la recuperación del empleo será “lenta”, debido a la elevada incertidumbre, la fragilidad en la que quedará el sector privado, y el “desproporcionado impacto de la crisis en sectores intensivos para el empleo”, como el comercio o los hoteles.

Para el conjunto de la UE, la recesión será la más profunda de su historia., con una caída del 7,4% en 2020. El crecimiento volverá en 2021 con una mejora del 6,1%. En el caso de la eurozona, la recesión llegará hasta el 7,7% este año, mientras que la recuperación también será visible el próximo año con un incremento del 6,3%.

El peligro, como advirtió Gentiloni, es que tanto la profundidad de la recesión como la fortaleza de la recuperación será desigual entre los Estados miembros. Estas divergencias “representan una amenaza para el mercado común y la zona euro”, avisó, aunque añadió que se pueden mitigar con una respuesta europea “decisiva”.

En el caso español, la recuperación también será desigual, no nos dejará en el mismo lugar que antes de la crisis, y estará sometida a interrogantes.

El Ejecutivo comunitario avisa que la recuperación no beneficiará por igual a todos los sectores de nuestro país en los próximos meses. La manufactura volverá a la normalidad antes que los servicios, siendo los grandes perjudicados sobre todo el comercio, el turismo o el transporte. Aun así, los técnicos comunitarios no esperan que la industria recupere la actividad totalmente hasta antes de finales de año.

Además, la fuerte salida del agujero con un crecimiento del 7% el año que viene dependerá de que todas las restricciones a la producción estén levantadas a comienzos de 2021. Por lo tanto, una segunda oleada de la pandemia durante los próximos meses, que un gran número de expertos espera, torpedearía la recuperación.

Incluso con una salida tan pronunciada de la recesión, nuestra economía no lograría recuperar todo el terreno perdido el próximo año, ya que nuestro PIB se quedaría unos tres puntos por debajo del nivel que registró en 2019 antes del impacto del virus.

Malas medidas

El análisis de los expertos económicos comunitarios concluye que las medias del Gobierno español solo han conseguido amortiguar parcialmente el daño provocado por la pandemia. Por ejemplo, aunque el apoyo al sector privado ha podido evitar que algunas empresas echen la persiana, la débil demanda, la elevada incertidumbre, la falta de liquidez y una rentabilidad dañada provocarán que la inversión caiga en picado.

Este cuadro tan oscuro dejará una profunda huella en las cuentas públicas. Así, el déficit se disparará hasta el -10,1% este año, para reducirse algo el año que viene hasta el -6,7%. La deuda se hinchará hasta el 115,6% en 2021 y caerá hasta el 113,7% en 2021. Este desajuste obligará a un esfuerzo hercúleo para sanear las cuentas, con subidas de impuestos y recortes, una vez que Bruselas reactive el Pacto de Estabilidad.

Ajustes en breve Sin embargo, Gentiloni no quiso precisar el momento en el que habrá que apretarse el cinturón, si los ajustes deberían llegar el año que viene o habría que controlar el gasto ya este año. Preguntado por elEconomista, dijo que “llegará el periodo para volver a la senda apropiada”, pero en este momento lo importante era estimular la economía.

“No es habitual que el comisario de Economía invite a los países a gastar pero ese ha sido el caso de este par de meses. Las consecuencias de no gastar o no intervenir habrían sido peores que las consecuencias de tener elevados ratios de déficit o de deuda”, explicó el italiano.

Las proyecciones comunitarias están muy alineadas con las que presentó el Gobierno el pasado viernes. Sin embargo, la Comisión advierte que en su escenario para 2021, que Madrid no presentó por la incertidumbre existente, solo tiene en cuenta las medidas de contención. Por lo tanto, los costes de la recuperación podrían desequilibrar más aún el déficit y la deuda, si los Estados miembros no acuerdan un fondo de recuperación común ambicioso.

Las necesidades de financiación que encara España, y las posibles turbulencias en los mercados, mejoran el atractivo de la petición de ayuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Gentiloni dijo que no le corresponde recomendar a los países que acudan al MEDE, aunque añadió que sus créditos blandos representan una “oportunidad” para aquellos países que tengan que pagar intereses más altos para colocar su deuda.

Las previsiones de la Comisión Europea se suman así a las del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya anticipó hace unas semanas anticipa la peor crisis económica desde la Gran Depresión para la economía global en sus Perspectivas de Crecimiento Mundial. España solo será superada por Italia en la caída económica, prevé el FMI.

Fuente El Economista, España