La OCDE a la espera del negociador de EE.UU.

La OCDE a la espera del negociador de EE.UU.

El secretario de la OCDE, Ángel Gurría, manifestó su urgencia para que el recién investido presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, nombre a un negociador que confirme el compromiso de las primeras declaraciones con el proceso para consensuar un impuesto internacional a las grandes digitales, que hasta ahora la potencia norteamericana ha vetado.

Gurría, que pronunció el discurso de apertura en la reunión semestral del foro de la OCDE donde se discute esa cuestión, dijo haberse mostrado muy esperanzado al escuchar a la nueva secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, que su país está comprometido con esos esfuerzos multilaterales.

«Eso es música para nuestros oídos», señaló después de haber insistido en que este asunto tiene que resolverse rápidamente, ya que «no puede seguir esperando porque hay un imperativo político».

Con la Administración del saliente Donald Trump, Estados Unidos era el único país que se oponía a un dispositivo fiscal internacional a las grandes compañías digitales, negociado por mandato del G20 en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Limite para el acuerdo

Inicialmente ese mandato fijó como plazo límite para un acuerdo finales de 2020, pero ante el rechazo de Washington, el G20 se dio seis meses más para cerrar la negociación, que ahora debe continuar con un nuevo representante estadounidense.

Gurría advirtió de los riesgos de no llegar a un compromiso, en primer lugar porque ya hay más de 40 países que han adoptado o están preparando sus propios impuestos a las digitales en respuesta a la falta de uno internacional que garantice que las grandes empresas del sector paguen impuestos localmente y no declaren sus beneficios en jurisdicciones con baja o nula fiscalidad.

Agregó que la mayoría de los gobiernos están en favor de una solución multilateral y estarían dispuestos a retirar sus impuestos nacionales.

Indicó que si proliferan esos impuestos habrá represalias y la tensión fiscal puede degenerar en «una guerra comercial», un escenario particularmente negativo en el contexto actual de la crisis del coronavirus.

El secretario general previno de que si no se maneja este desafío, «la digitalización de la economía va a solidificar desequilibrios que existen desde hace tiempo».

Fin del mandato

Gurría, que dejará su puesto la próxima primavera tras tres mandatos de cinco años cada uno, hizo un balance muy positivo de su trabajo en el terreno de la fiscalidad, en particular con el Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información.

En particular, explicó que el fin del secreto bancario y los estándares comunes para el intercambio de información entre países ha permitido 107.000 millones de euros de ingresos adicionales para las arcas públicas.

Los depósitos bancarios en paraísos fiscales «se han desplomado» en 410.000 millones de dólares en la última década, gracias en particular en la notificación de la existencia de 85 millones de cuentas de no residentes en las que había más de 10 billones de euros, es decir una cantidad que equivale a más de la mitad del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos.

Fuente: Agencia EFE