La inflación «más alta desde 2002», impacta más en alimentos

La inflación de septiembre se encamina a ser la más alta desde abril de 2002, cuando la megadevaluación que determinó la salida de la convertibilidad impactó de lleno en los precios internos.

La consultora Elypsis calculó que la suba de precios en septiembre fue del 7,3 por ciento. El conjunto de precios que componen la “inflación núcleo”, categoría que excluye a los precios regulados y los estacionales, subió un 9,3 por ciento. En este punto tuvo especial relevancia el impacto de la suba del dólar en la estructura de costos. En tanto, los regulados avanzaron un 5 por ciento a raíz del incremento de la nafta y del transporte.

No muy lejos de esta estimación, la inflación de septiembre que releva la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), prevé un incremento del 6,7%, lo que lleva a proyectar una inflación interanual del 40,4%.

Otro indicador parcial de septiembre fue publicado por el sitio web IPC-Online, que mide 13.500 precios en la ciudad de Bahía Blanca. El aumento mensual fue del 6,5 por ciento, la mayor alza desde setiembre de 2014, cuando comenzó esa medición. Las mayores subas se verificaron en Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (11,4 por ciento) y Esparcimiento (10,8 por ciento), mientras que alimentos y bebidas subió un 7,1. El Indec publicará el dato oficial de inflación nacional la semana que viene: el 17 de octubre.

La inflación en los alimentos

En un escenario recesivo y de menores ventas, trascendió que ya enviaron a las cadenas de retail nuevas listas de precios de alimentos. En este caso, con un incremento de entre el 10% y el 15%, que busca compensar el índice de inflación y aumento de los costos.  Los mayores aumentos serían liderados por alimenticias relevantes en el mercado local: Arcor, Mondelez, Mastellone, SanCor, entre otras. «En el caso de Molinos todavía no se decide a retocar sus valores», según consigna iProfesional.