La “inflación electoral” entusiasma al gobierno

Aseguran que la corrección del dólar de junio hasta las PASO no se trasladó a los precios. El “ala política” cree que la tranquilidad se mantendrá hasta las elecciones del 22 de octubre.

 
Los signos de reactivación de la economía junto a la perspectiva de una buena performance del oficialismo en las elecciones de octubre volvieron a estimular ayer al apetito inversor en la bolsa porteña, donde el índice Merval cosechó su sexto récord en forma consecutiva, aunque en un marco de selectividad. Con un importante volumen operado, el panel líder ganó un 0,6% a 24.164,85 unidades apuntalado por las subas de Petrobras Brasil (+3,5%); Comercial del Plata (+2,7%); y Holcim (+2,3%). En un segundo pelotón aparecieron Transportadora de Gas del Norte (+2%); Grupo Financiero Galicia (+1,9%); y Aluar (+1,7%).
Las acciones de la mayor productora de aluminio primario en Argentina subieron luego de reportar una ganancia de $1.949,5 millones al cierre de su ejercicio anual a fin de junio, es decir, un 152% más ($ 772,8 millones) que en el ejercicio previo. Al tope del panel de las bajas, en tanto, se ubicaron Consultatio (-2,3%); Petrolera Pampa (-1,6%); y Pampa Energía (-1,5%). Y el monto negociado en acciones creció un 9,6% a $539,5 millones.
La plaza bursátil acumuló en seis ruedas una suba de 3,1%, impulsada por compras de papeles de alta liquidez principalmente en los rubros energético, petrolero y financiero. «Las acciones son la forma más rendidora de ahorrar en lo que va de 2017. La apuesta por las empresas argentinas aventaja a los bonos en dólares e, incluso, a la famosa Lebac. Esas tres formas de inversión son las únicas que le ganan a la inflación», remarcó la consultora Mills Capital Group en un informe. En Wall Street, las acciones argentinas finalizaron dispares: entre las subas sobresalieron Cresud (+1,7%); Galicia (+1,4%); e YPF (+1,2%); mientras que las bajas más importantes las sufrieron Nortel Inversora (-2,4%); Banco Macro (-1,2%); y Telecom (-1,1%). En el mercado, no descartan la posibilidad de una corrección de corto plazo tras las recientes subas acumuladas. Igual, consideran que, salvo sorpresas, «el piso del posible ajuste estaría no muy lejos ya que no tardaría en generar compras de oportunidad».
En el segmento de la renta fija, por su parte, los principales bonos en dólares cerraron con leves bajas, en sintonía con la caída que registró la moneda estadounidense en el mercado mayorista de cambios.
Los retrocesos fueron encabezados por el Argentina 2046 (-0,8%); seguido por el Argentina 2117 (-0,7%); el Bonar 2020 (-0,7%); y el Argentina 2025 (-0,4%). A su vez, terminaron con bajas el Bonar 2024 (-0,3%); el Argentina 2037 (-0,2%); los Discount (-0,2%); y los Par (-0,2%).
Adicionalmente, el riesgo país se mantuvo estable en los 393 puntos básicos.
Por su parte, el dólar acentuó ayer tu tendencia a la baja al ceder cinco centavos a $17,51 en bancos y agencias de la city porteña de acuerdo al promedio de sus pizarras. En coincidencia, la divisa en el segmento mayorista retrocedió tres centavos y medio a $17,235 y anotó su segunda merma consecutiva debido a que los ingresos de fondos volvieron a dominar el escenario local desplazando la resistencia de la demanda.
Desde ABC Mercado de Cambios, señalaron que «algunos inversores vendiendo la divisa, para obtener pesos por el alto rendimiento que obtienen colocando en el mercado secundario de Lebac que a 14 días se operó a 27,2% debido a la estabilización de la cotización del dólar desde que comenzó septiembre». Asimismo, «se notó más oferta de exportadores cerealeros, debido a que el precio de la soja acumuló su cuarta suba consecutiva y cerró a casi u$s355».
El apetito inversor no sólo está quedando demostrado en la reactivación de tácticas de «carry trade», con preferencia al tramo más largo tras la normalización de la curva de Lebac, sino también en la reanudación de las emisiones provinciales y corporativas en el exterior, cuya oferta de divisas mantendría calmo al dólar, analizó el economista Gustavo Ber.
En el segmento informal, a su vez, el «blue» retrocedió cuatro centavos a $17,95, su menor valor en un mes y medio. En el mercado de futuros Rofex, donde se operaron u$s663 millones, más del 50% fue en «roll-over» de septiembre a $17,452 a octubre a $17,797 con una tasa implícita de 23,3%TNA.
El próximo IPC del INDEC que maneja Jorge Todesca se conocerá el martes 12 de septiembre, mientras que el jueves 12 de octubre será el turno del indicador de septiembre; el último antes de las elecciones. En el primer caso, el indicador sería menor que 1,5% mientras que el segundo, espera el Gobierno, sería el menor nivel del año, cerrando por debajo incluso que el 1,2% de junio. Si el oficialismo logra evitar este fenómeno de «pass through» (traslado del alza del dólar a precios estructurales), podrá decir que se pudo revalorizar a un ritmo acelerado el precio retrasado del dólar hasta llevarlo a un nivel de equilibrio sin que esto afecte la inflación. El dato es técnico, pero reflejaría que, al menos una vez, se pudo utilizar una corrección del tipo de cambio sin consecuencias sobre los precios, algo que habitualmente ocurre en cualquier economía ordenada pero que va a contramano con la experiencia histórica de la Argentina. Los indicadores de agosto y septiembre se ubicarían en un nivel «razonable» y «dominable» para el resto del año. Los candidatos del oficialismo llegarían a las legislativas de octubre (en definitiva, las que valen) con un dato defendible y, lo más importante, podría ser cierta la proyección en la que insiste Federico Sturzenegger sobre un alza del IPC del 1% (o incluso menos) en el último tramo del año. El tema, a diferencia de las PASO, quedaría fuera de agenda.
Círculo Rojo
En el macrismo se considera este mínimo «pass through» del aumento del dólar a precios de julio como el primer aporte importante del «Círculo Rojo» al oficialismo para el proceso electoral de 2017. Dentro del, por ahora prudente, optimismo hay igualmente algunos capítulos que generan bronca y malhumor en el oficialismo. En especial por el comportamiento de dos rubros. El primero es la evolución de los precios de la construcción, que en promedio se habrían revaluado en un 5%, cumpliendo la premisa eterna de la Argentina de los últimos 35 años que indica que una suba del dólar inmediatamente es trasladada a los valores de los materiales; aunque, en su mayoría, no tengan ningún componente importado. En el oficialismo prometen concentrarse en los controles futuros a este rubro.