La huída del peso se intensifica y los seis dólares de Fernández volvieron a subir

La huída del peso se intensifica y los seis dólares de Fernández volvieron a subir

Mientras el mundo sigue mostrando rebrotes de Covid-19 en muchos países, y con toda la humanidad esperando con gran ansiedad la llegada de las vacunas, los mercados de todas partes siguen danzando, en un sube y baja que se parece bastante a una tendencia lateral, pero ya empiezan a verse retrocesos en algunos precios que subieron mucho, y gobiernos que empiezan a aplicar medidas, imaginando cómo será la nueva realidad.

Así, lo que más sobresalió ayer en los mercados externos fue un paso atrás en las cotizaciones de algunos papeles bursátiles que habían crecido mucho, una toma de ganancias en los metales preciosos, una baja aún más consistente en las criptomonedas y precios mixtos para los metales básicos y los granos, que son los que deberán proveer a la población y las industrias ni bien la pandemia sea resuelta por las vacunas.

Y en medio de esa calibración, con un horizonte por cierto todavía desconocido, mientras Trump y Biden tratan de conseguir apoyo para quedarse con la elección que se realizará dentro de once semanas, hay países que empiezan a hacer girar la cabeza: ayer, en una movida que se esperaba de un momento a otro, tanto Gran Bretaña como Japón sacaron sus bonos largos de la zona de tasa negativa, y empiezan a recoger liquidez ofreciendo tasa positiva en bonos a 10 años. Estados Unidos nunca bajó hasta una tasa negativa, como tienen países como Suiza, Alemania, Holanda y Francia. La credibilidad del dólar hizo que no tuviera que agacharse tanto, y ayer -con signos de recuperación de empleo en muchos estados de la Unión- el dólar volvió a repuntar contra varias monedas. Ayer en el exterior, el dólar subió 1,7% en Brasil, mejoró 1% contra la libra, 0,8% contra el euro y 0,6% contra el yen, pero bajó 0,1% en México y cayó 1,3% en Chile.

Con ese marco global, el mercado argentino volvió a tener ayer otra rueda ciertamente complicada y con señales cada vez más preocupantes. Con una radicalización que inquieta cada vez más a cada vez más gente, el Presidente Alberto Fernández hizo declaraciones que causaron mucha inquietud, gran desconfianza y que motivaron en las redes la convocatoria a una nueva reunión de rechazo al Gobierno, que será el próximo 26 de agosto frente al Congreso, justo el día en el que está programada la aprobación de la Reforma Judicial.

Después de que la agencia Bloomberg publicara en la apertura del día un informe en el que se detalló que Argentina irá directo a un nuevo default si no realiza reformas estructurales, el Presidente salió a defenderse y dejó atónitos a muchos. Dijo: “No nos van a doblegar los que gritan. Presentaremos el Presupuesto en septiembre y ese será el plan. Daremos un Presupuesto cierto, no falso y mentiroso como los que gritan. El Presupuesta mostrará que buscaremos desendeudarnos, acumular reservas, tener una moneda competitiva, equilibrar el desequilibrio fiscal, todo promoviendo la producción y el trabajo”. (…). Y, detrás de eso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, denunció que “con Macri la inversión en obra pública fue la más baja desde 2004, y eso no es bueno para el desarrollo”. Todas esas expresiones vinieron un día después de que el BCRA bloqueara 4.600 cuentas bancarias, acusándolas de ser usadas por coleros virtuales que compraban US$ 200 para otros. Y se advirtió que habrá multas y hasta prisión para los que realizaron este tipo de maniobras.

Ese efecto cepo, por supuesto, tiene otros efectos, como por ejemplo la existencia de 4.000 autos importados trabados en el puerto, y la incertidumbre de quienes tienen unidades de fabricación extranjera, porque si se les rompe el vehículo tendrán problemas para conseguir repuestos. Toda esta suma de absurdos volvió a multiplicar ayer la huída del peso y en consecuencia los seis dólares de Fernández volvieron a subir, con el dólar fuga alcanzando un nuevo récord histórico, colocándose además 10% por encima del nivel que tenía un día antes de que Guzmán anunciara el acuerdo de palabra con los bonistas NY. Obviamente, todo esto está con otra realidad de fondo: los inversores quieren ver que se alcancen las mayorías necesarias para el canje: si eso no se logra, el problema será mayúsculo.

Así, mientras se denuncian subas del 20% en alimentos y medicamentos, probable escasez de lácteos y subas desmedidas en equipos de computación en su mayoría importados, los dólares volvieron a crecer un escalón. El dólar turista subió 21 centavos hasta 101,01pesos. El dólar oficial subió 16 centavos hasta $77,70, el blue subió 2 pesos hasta $134, el mayorista subió 8 centavos hasta $73,48.

El Banco Central volvió a perder reservas: se fueron US$ 45 millones por lo que ahora le quedan US$ 43.116 millones. El dólar MEP saltó $1,92 hasta $127,61. El contado con liquidación saltó $2,34 hasta $131,40. La brecha entre el oficial y el blue subió al 72,5% y la brecha entre el CCL y el mayorista trepó hasta el 78,8%. Y como el dólar repuntó algo afuera, medidos en pesos, el real bajó 21 centavos hasta 13,21, el euro bajó 64 centavos hasta 86,94 y la libra bajó 97 centavos hasta 96,25.

Así, mientras Wall Street mostró bajas de entre el 0,3% y el 0,6%, en el mundo hubo mayoría de compra de bonos estatales de países supuestamente sólidos. Pero los bonos argentinos volvieron a perder algo de precio, por lo que el riesgo país volvió a subir: llegó a los 2.148 puntos básicos el mayor nivel de lo que va de agosto. Justamente, la nota de Bloomberg puso en duda que los nuevos bonos (si el canje se hace) puedan ir a una tasa a vencimiento del 10%, ya que no hay condiciones como para que Argentina los pueda pagar a partir de 2025. A pesar de toda esa condición, a la Bolsa porteña no le fue tan mal. Con $1.107 millones operados, el índice S&P Merval logró subir 2,1% en pesos, pero medido en dólares quedó prácticamente sin cambios.

De hecho, los ADR argentinas que cotizan en Nueva York estuvieron mixtos, con un buen día para Francés y Bunge, pero con bajas para Telecom, Tenaris, Globan, Macro y TGS. Y con un día completamente inestable para YPF, que en algún momento llegó a subir casi 6%, pero terminó casi sin cambios, a pesar de que Fernández decidió que los argentinos paguen 6% más caras las naftas y el gasoil. Esperando las vacunas contra el coronavirus, las commodities siguen danzando. Ayer hubo suba para el petróleo y los granos. Metales básicos mixtos. Y se agudizó la estocada para el oro, la onza de plata y los commodities, que habían subido de manera estrafalaria, y que seguramente mostrarán precios más bajos una vez que la pandemia finalice.

Fuente: El Economista