La ganancia operativa de YPF llegó a $ 3466 millones
Los aumentos en la ganancia surgieron porque YPF aplicó una depreciación de activos para alinearlos con los precios internacionales del petróleo. Pero si se toma el resultado operativo, la empresa obtuvo $3.466 millones lo cual es inferior en un 34,8% a lo obtenido en el segundo trimestre de 2016. En el semestre, la utilidad operativa sumó $7.977 millones con un alza del 15% interanual.
La diferencia entre la ganancia operativa y la neta no se debe al resultado financiero que en el segundo trimestre fue positivo en $ 900.000, sino al impacto del impuesto a las ganancias que significó $4.200 millones, con un aumento del 167,9% con relación al segundo trimestre de 2016.
YPF atribuyó el incremento en ganancias al mayor impuesto diferido por $2.700 millones, y explicó que se debe a la diferencia generada por la valorización en dólares de los valores contables con respecto a los valores impositivos de propiedades, plantas y equipos que se mantienen en pesos.
El resultado del balance creó expectativas negativas de modo que la acción de la petrolera perdió un 2,89% en Nueva York y cerró en u$s18,85, mientras en Buenos Aires bajó un 2,58% y terminó en $334,5.
Los números revelados confirman una YPF más chica por la caída de las inversiones y por las consecuencias de la situación económica. Los ingresos por ventas totalizaron $60.200 millones de pesos, resultando un 14% más altos que en el segundo trimestre del año pasado, lo que queda desfasado con la inflación interna.
La inversión sumó $13.029 millones en el segundo trimestre con una caída en términos nominales del 10,1%, y el semestre llegó a $24.979 millones, lo que significa un 14,6% menos que en el mismo período del año anterior.
Como consecuencia, la producción de petróleo disminuyó en un 10,1% en el segundo trimestre y la de gas tuvo una ligera baja del 0,5%. La empresa atribuyó esas disminuciones a las condiciones climáticas adversas en Chubut y en menor medida a la conflictividad gremial en Santa Cruz. Pero el achicamiento se confirma con el dato de que en el segundo trimestre solo se terminaron tres pozos exploratorios: uno de petróleo y dos de gas.
Las ventas de naftas aumentaron un 17% en el segundo trimestre con respecto al mismo período de 2016 por una suba en precios del 7,4% y del 8,9% en los volúmenes vendidos. Las ventas de gasoil solo subieron un 0,2% interanual debido al aumento del 4,2% en los precios y menores ventas por un 4,1% , atribuido a la menor compra de las centrales eléctricas que sólo fue parcialmente compensada por mayores volúmenes para el agro y el trasporte.
La menor demanda de la generación de electricidad hizo además derrumbar un 24,7% las ventas de fueloil,, mientas en total la cantidad vendida de este combustible disminuyó un 37,7%.
En tanto, por los aumentos de precios, las ventas de gas mejoraron un 20,1%, y las de este producto para el segmento minorista a través de Metrogas, controlada por YPF, se incrementaron en un 93,5% atribuible a un alza del 144,5% en el precio promedio, aunque con una reducción del 26,7% en los volúmenes despachados.
La diferencia entre la ganancia operativa y la neta no se debe al resultado financiero que en el segundo trimestre fue positivo en $ 900.000, sino al impacto del impuesto a las ganancias que significó $4.200 millones, con un aumento del 167,9% con relación al segundo trimestre de 2016.
YPF atribuyó el incremento en ganancias al mayor impuesto diferido por $2.700 millones, y explicó que se debe a la diferencia generada por la valorización en dólares de los valores contables con respecto a los valores impositivos de propiedades, plantas y equipos que se mantienen en pesos.
El resultado del balance creó expectativas negativas de modo que la acción de la petrolera perdió un 2,89% en Nueva York y cerró en u$s18,85, mientras en Buenos Aires bajó un 2,58% y terminó en $334,5.
Los números revelados confirman una YPF más chica por la caída de las inversiones y por las consecuencias de la situación económica. Los ingresos por ventas totalizaron $60.200 millones de pesos, resultando un 14% más altos que en el segundo trimestre del año pasado, lo que queda desfasado con la inflación interna.
La inversión sumó $13.029 millones en el segundo trimestre con una caída en términos nominales del 10,1%, y el semestre llegó a $24.979 millones, lo que significa un 14,6% menos que en el mismo período del año anterior.
Como consecuencia, la producción de petróleo disminuyó en un 10,1% en el segundo trimestre y la de gas tuvo una ligera baja del 0,5%. La empresa atribuyó esas disminuciones a las condiciones climáticas adversas en Chubut y en menor medida a la conflictividad gremial en Santa Cruz. Pero el achicamiento se confirma con el dato de que en el segundo trimestre solo se terminaron tres pozos exploratorios: uno de petróleo y dos de gas.
Las ventas de naftas aumentaron un 17% en el segundo trimestre con respecto al mismo período de 2016 por una suba en precios del 7,4% y del 8,9% en los volúmenes vendidos. Las ventas de gasoil solo subieron un 0,2% interanual debido al aumento del 4,2% en los precios y menores ventas por un 4,1% , atribuido a la menor compra de las centrales eléctricas que sólo fue parcialmente compensada por mayores volúmenes para el agro y el trasporte.
La menor demanda de la generación de electricidad hizo además derrumbar un 24,7% las ventas de fueloil,, mientas en total la cantidad vendida de este combustible disminuyó un 37,7%.
En tanto, por los aumentos de precios, las ventas de gas mejoraron un 20,1%, y las de este producto para el segmento minorista a través de Metrogas, controlada por YPF, se incrementaron en un 93,5% atribuible a un alza del 144,5% en el precio promedio, aunque con una reducción del 26,7% en los volúmenes despachados.
