La economía estadounidense está alcanzando los niveles previos la pandemia

La economía estadounidense está alcanzando los niveles previos la pandemia

– El crecimiento anual alcanza el 6,4% a medida que el estímulo, las vacunas y la relajación de los bloqueos impulsan la recuperación

Con los números en la mano, la economía de Estados Unidos ha superado el Covid-19. El PIB cerró el trimestre pasado en 22,05 billones de dólares (18,2 billones de euros), es decir, 320.000 millones por encima del nivel que había alcanzado el 31 de diciembre de 2019, justo antes de que la pandemia provocara el mayor colapso de la actividad económica, del mercado laboral y de los mercados financieros desde la Gran Depresión.

Ésas son las cifras de la estimación del PIB en el primer trimestre difundidas hoy por el Departamento de Comercio estadounidense. Son números sin ajustar a la inflación ni a los factores estacionales que pueden alterar la serie estadística. Cuando se aplican esas correcciones, la cifra es ligeramente inferior, aunque no deja de ser espectacular. El PIB de la primera economía mundial queda así en 19,09 billones de dólares, es decir, 166.000 millones por debajo del nivel previo al Covid-19. Al ritmo al que está creciendo el país, ese nivel se alcanzará aproximadamente dentro de tres semanas.

Estas estadísticas confirman que Estados Unidos alcanzará este año su mayor tasa de crecimiento desde que en 1984 su PIB se expandió un 7,2%. Desde que en el segundo trimestre del año pasado la mayor economía mundial tocó fondo, ha crecido en casi 1,5 billones de euros. Eso significa que EEUU ha añadido a su economía el PIB de España previo a la pandemia, y todavía le han sobrado 175.000 millones de euros más.

Las casas del repunte

La principal causa de ese repunte se explica en dos palabras: ayudas del Estado. En especial, los cheques que el Departamento del Tesoro ha enviado a los ciudadanos estadounidenses de rentas medias y bajas, así como las exenciones fiscales a las familias con hijos y las transferencias directas a las Administraciones locales. El resultado ha sido espectacular. Los ingresos de los estadounidenses aumentaron un increíble 59% en el primer trimestre. Eso, a su vez, hizo que la gente comprara más.

El consumo privado se disparó en un 10,7%. Y, aun así, los estadounidenses tuvieron margen para incrementar sus ahorros de manera n o menos increíble. La tasa de ahorro -es decir, el porcentaje de los ingresos que los ciudadanos guardan después de haber pagado impuestos- alcanzó el 21%. Así pues, la pandemia ha logrado algo increíble: que los estadounidenses ahorren como chinos. Suena a chiste.

Pero no lo es. Antes de la pandemia, la tasa de ahorro de los estadounidenses oscilaba entre el 8% y el 10% de su renta disponible, mientras que la de China era superior al 40%. Desde que llegó el Covid-19, con su cascada de despidos y confinamientos, los consumidores de EEUU han ahorrado entre el 13% y el 34% de sus ingresos. Eso prefigura una explosión del consumo a medida que la actividad va retornando. El debate acerca de si esa nueva dinámica provocará un estallido de los precios o no sigue abierto, aunque la Reserva Federal, por boca de su presidente, Jay Powell, descartó ayer cambios en la política monetaria.

El mercado prevé que la Fed empiece a limitar su compara de activos a finales del año que viene, y que comience a subir los tipos de interés en 2023. Entretanto, continúa la ‘barra libre’ monetaria -y, si Joe Biden logra lanzar sus planes de gasto, la fiscal también-.

Inflación de activos

Si no en inflación de precios, esta política sí se está plasmando en inflación de activos, como revela la proliferación de las ‘acciones meme’ (‘meme stocks’), o sea, títulos que los grandes inversores desprecian pero que han adquirido una tremenda popularidad debido a las redes sociales y a la entrada de inversores por medio de apps que compran y venden títulos desde el móvil.

Empresas como la tienda de juegos de ordenador GameStop, la cadena de cines AMX o el fabricante de teléfonos móviles Blackberry son ejemplo de esta dinámica, en la que también se encuentran los NFT y la criptomoneda más absurda del planeta Tierra, el ‘dogecoin’, que no sirve para comprar absolutamente nada y que, encima, fue creada como una broma, pero que se ha apreciado un 3.000% en el último año. Solo el miércoles, el valor del ‘dogecoin’ subió un 14%.