La economía argentina en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación

La economía argentina en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación

La industria se recupera, pero aún opera a poco más de la mitad de su capacidad 

En junio, la utilización de la maquinaria instalada del sector fue de 53,3% según el Indec 

Pese a la veloz recuperación que viene mostrando, la utilización de la capacidad instalada en la industria fue de 53,3% en junio. Mostró una importante mejora contra los niveles de abril y mayo, cuando estuvo por debajo del 50%. Pero, como viene de una caída extraordinaria en la prepandemia, sigue en niveles históricamente bajos y la capacidad ociosa sigue siendo superior a la del 2002.

La industria continuó recuperándose durante junio. Pero la realidad sigue siendo complicada y lo cierto es que aun opera a media máquina: la utilización de la capacidad instalada del sector fue de 53,3%. Mucho mejor que lo registrado en mayo pero peor que el mismo mes del 2019 e incluso por debajo de los niveles de junio del ya de por sí trágico 2002, año históricamente bajo y signado por la salida de la convertibilidad.

El 53,3% fue publicado por el Indec a través del informe de Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) de junio. Está 5,8 puntos por debajo de lo registrado en junio del año pasado. Pero implica una importante mejora respecto a mayo y abril, cuando los niveles estuvieron por debajo del 50% (42% y 46,4%, aunque no corresponde la comparación por diferencias estacionales). En junio del 2002, la UCII fue de 55,4%: así de malo.
Desde el Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI) destacaron una realidad interesante: así como la contracción de la actividad durante marzo-abril fue extraordinaria y se perdió un tercio de lo que se venía produciendo en la previa, el rebote llega a superar a los del resto del mundo.

Afirmaron: «La economía argentina ingresó en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación mayores a los esperados. La actividad industrial registró una mejora importante, pasando de caer un 26,2% interanual en mayo a un 6,6% en junio (Si bien en la mayoría de los países se ha observado un rebote tras el piso de abril, en el caso de Argentina la magnitud de la recuperación industrial de junio llama la atención. En países como Estados Unidos, Japón, Alemania, España, Italia, Francia y Brasil la producción manufacturera repuntó en junio, aunque mantienen caídas interanuales a dos dígitos».

La comparación tiene algunas complejidades. Lo cierto es que los niveles con los que comparó la industria en junio (el mismo mes del 2019) son demasiado bajos. Si se mide contra febrero, cuando ya se había logrado algún repunte, la baja es del 13,1%. Los otros países no venían de caídas pronunciadas como la del sector fabril argentino, que entre febrero y el pico de noviembre del 2017 ya había perdido 13,2%. Con todo, lo destacable de los datos del CEP-XXI es que la recuperación continuó en julio y la industria ya opera 2,5% por encima de los niveles de la prepandemia, según los datos de consumo eléctrico de las fábricas.

La cadena productiva vuelve a girar
El informe publicado por el Indec dejó de lado toda rigurosidad acerca de los factores estacionales que inciden en las comparaciones. Y es que el efecto pandemia es tan fuerte que mata a las explicaciones temporales típicas. Señaló: «En junio de 2020 la utilización de la capacidad instalada en la industria exhibe un nivel de 53,3%, superior al registrado en mayo (46,4%), aunque inferior al de junio del año pasado (59,1%)».

Y detalló: «Las principales incidencias positivas que explican la recuperación de la utilización de las plantas productivas en junio, respecto de mayo, se observan en la metalmecánica, las industrias metálicas básicas, la industria automotriz, los productos minerales no metálicos, los productos de caucho y plástico, los productos alimenticios y bebidas, la refinación del petróleo, los productos textiles y los productos del tabaco».

Así se observa que la recuperación de la metalmecánica y la automotriz, que pasó de producir cero unidades en abril a 21.316 en junio, ayudó a traccionar, junto con la construcción y el agro, a algunos otros sectores. De hecho, las metálicas básicas son proveedoras de todos esos sectores, al igual que caucho y plástico y minerales no metálicos, mientras que la metalmecánica abastece a su vez al agro y a la propia construcción (y a su vez fue más demandada por las compras de aparatos domésticos). También la refinación de petróleo, que sólo por citar un ejemplo utiliza productos de la siderurgia; y alimentos y bebidas, que usa empaques metálicos y productos del agro, son demandantes y proveedoras de esos sectores. La cadena productiva puesta a girar nuevamente.

Fuente: BAE