La CNV ahora tendrá su propia mesa de trabajo fintech

Mientras el segmento fintech avanza en el país, también la relación de estas empresas con los reguladores. Al igual que el Banco Central, que creó en 2017 una Mesa de Innovación con representantes del sector, la Comisión Nacional de Valores presentó un nuevo espacio de trabajo para apuntalar el crecimiento de la innovación financiera en el mercado de capitales. El organismo que preside Marcos Ayerra organizó una primera reunión el lunes pasado, donde participaron reguladores, privados, miembros de la UIF, el Banco Central, la Secretaria de Finanzas y el Ministerio de Producción. Allíse sentaron las bases para el trabajo a lo largo del año:se harán reuniones mensuales hasta noviembre, en donde por cuatro áreas temáticas se abordarán los temas que más relevancia tienen para el mercado: la regulación de los prestamos P2P (peerto peer, o financiamiento entre particulares), la necesidad de un sandbox regulatorio, la regulación de las soluciones basadas en criptoactivos y la agenda de género dentro del universo fintech. Cada área de trabajo está liderada por un funcionario del organismo y un representante de una empresa privada. En noviembre de este año, cada equipo presentará un documento final sobre lo elaborado.

En el día de ayer, lanzamos un grupo de trabajo FINTECH conformado por miembros estratégicos del ecosistema y otros organismos reguladores, con el fin de acompañarla innovación en el Mercado de Capitales. Entre los participantes se encontraron empresas representativas del sector, miembros de UIF, BCRA, Secretaría de Finanzas y Ministerio de Producción. Fuentes de la CNV comentaron a El Cronista que esta es una iniciativa que el organismo tomó en forma «proactiva ante el crecimiento del segmento fintech en el mercado de capitales local y teniendo en cuenta la relevancia que la innovación financiera tiene a nivel global». El año pasado, en la CNV ya se había creado un grupo de trabajo interno sobre estos temas. «Como está sucediendo en otros lugares del mundo, nos parecía importante crear un espacio para hablar con el ecosistema local, hacer intercambio de ideas y ver cómo se pueden implementarlas distintas soluciones a nuestro mercado de capitales», explicaron. Los dos grupos de trabajo que más llamaron la atención de los privados fueron los de P2P Lending y Sandox regulatorio. El primero abarca a las plataformas de crowlending y crowfunding y tiene que ver con todas las soluciones relacionadas al universo de » economía colaborativa». Esta forma de financiación por fuera de los bancos, carece hasta ahora de una regulación específica en el país. El grupo delsandox regulatorio, o espacio de prueba para nuevos modelos de negocio supervisadas porlos reguladores, trabajará para ver si ese modelo, de origen británico, es aplicable en el ecosistema local. Además del caso de Reino Unido, ya son una veintena los países que utilizan este «arenero» como prueba para fomentar la competencia en el sector financiero basada en soluciones disruptivas. Hong Kong y Singapurson dos capitales asiáticas que adoptaron este sistema y, en la región, Colombia aparece como caso de éxito. En tanto, otra comisión trabajará sobre criptoactivos, un segmento donde los distintos entes reguladores del Estado ya tienen puesto sus ojos para avanzar en su regulación. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo el sector fintech local es todavía incipiente pero está en constante expansión: 70% de las Fintech argentinas han aparecido en el mercado en los últimos 5 años y el 75% de las Fintech planea expandir sus operaciones al exterior en los próximos 3 años destacándose por una oferta de propuestas de valor variadas e innovadoras. Juan Pablo Bruzzo, presidente de la Cámara Argentina de Fintech, armó: «Es interesante que se genere este espacio de discusión y de posterior implementación. A partir de buenas prácticas en otros lugares del mundo y de ideas propias, lo que se decidió en conjunto con la CNV es definir distintas acciones en función del grado de madurez de Argentina, el contexto y el grado de madurez de la industria».

EL CRONISTA