La Bolsa se prepara para una avalancha de segregaciones de grandes compañías

La Bolsa se prepara para una avalancha de segregaciones de grandes compañías

Los grandes conglomerados empresariales se reestructuran. En menos de una semana General Electric, Toshiba y Johnson & Johnson han anunciado sus planes para segregar algunos de sus negocios y sacarlos a Bolsa, un movimiento que ha sido interpretado por el mercado al grito como la muerte del conglomerado y que se ha acelerado este año.

El gigante estadounidense General Electric, fundado en 1892 como un laboratorio de investigación, desgajará su división de salud en 2023 y un año después la de digital y la de energías renovables de su negocio core de aviación. Johnson & Johnson –propietaria de la farmacéutica Janssen– separará su negocio farmacéutico del de gran consumo en un plazo de entre 18 y 24 meses. Y el grupo japonés Toshiba hará lo propio escindiendo su negocio en tres empresas distintas: energía e infraestructuras, dispositivos y almacenamiento, y chips e impresoras.

A ellos se han sumado además el bróker británico CMC Markets, que estudia separar su negocio de los contratos por diferencias (CFD) de su plataforma de inversión, y Thyssenkrupp, que planea separar su negocio de acero en 2023, según desveló ayer mismo, tras haber intentado a principios de año vender esta división. Operaciones que siguen los pasos dados por Vivendi, que en septiembre optó por segregar en Bolsa su división música en streaming UMG.

Desde los anuncios de las respectivas segregaciones, las acciones de General Electric, Toshiba y CMC Markets registran caídas, mientras que J&J logra ligeras subidas.

Unas caídas que contrastan con la subida que se habría podido esperar en el corto plazo en otro periodo del año, según reconocen los expertos, y que podrían deberse al momento escogido del año, en el que los inversores tratan de cerrar sus carteras para prepararse para el siguiente ejercicio.

Vivendi

Por contra, los títulos de la francesa Vivendi suman desde la escisión de UMG un 20,7%, frente al 1,93% de la empresa segregada, y ha recibido además el respaldo de las firmas de análisis, que consideran que su acción aún tiene un potencial alcista del 24%, según el consenso del mercado recopilado por Bloomberg. Y ello a pesar de las dudas iniciales, que apuntaban que UMG suponía un 40% de los ingresos de la matriz.

Ben Laidler estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, considera que «la muerte del conglomerado ha llegado cuando los beneficios de las sinergias, el tamaño y la diversificación han sido cada vez más cuestionados por los inversores. Ahora están más dispuestos a pagar por el crecimiento y la concentración, mientras que el capital ha sido barato y abundante en un mundo de tipos de interés cero».

El experto recuerda con todo que no todas las escisiones han tenido éxito. Pone como ejemplo, Dupont y Dow, fusionadas en 2017 que se volvieron a separar dos años después y que habrían logrado un «rendimiento significativamente inferior desde entonces». Y apunta además que las empresas segregadas suelen escapar del radar de la inversión pasiva y de los inversores más activistas.

De Terra a Línea Directa y Acciona Energía, los ejemplos españoles

La Bolsa española ha registrado este año dos salidas a Bolsa de dos filiales de empresas ya cotizadas. En abril Línea Directa protagonizó el mejor estreno en Bolsa en los tres últimos años con su segregación de Bankinter. Mientras que Acciona Energía sube un 14% desde el pasado 1 de julio.

El historial de segregaciones en la Bolsa española tiene más sombras que luces en los últimos años. La aventura bursátil de Iberdrola Renovables duró menos de cuatro años, en los que se dejó en Bolsa un 66%.
Telefónica ha sacado a Bolsa tres de sus filiales: Terra, Telefónica Móviles y Páginas Amarillas. Empresas que acabaron siendo absorbidas de nuevo por su matriz.

También ha habido casos de éxito: Dominion sube un 73% desde que CIE Automotive la sacara a Bolsa.

Fuente: Cinco Días Es