La batalla interna en el oficialismo escala a su punto máximo y paraliza la gestión de Gobierno

La batalla interna en el oficialismo escala a su punto máximo y paraliza la gestión de Gobierno

Todo el país tiene la mirada puesta en el desenlace de la batalla interna del Frente de Todos, que creció a niveles alarmantes como consecuencia de la dura derrota electoral del domingo pasado. El fuerte intercambio de mensajes entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner terminó paralizando la gestión de Gobierno. Y se espera que hoy se defina la crisis que arrancó con el cuestionamiento al Gabinete y que colocó al oficialismo en un punto grave de fisura.

Los dos sectores enfrentados sostenían hasta anoche tarde sus posiciones, a pesar de los intentos negociadores de Sergio Massa. Alberto Fernández había arrancado el día con una serie de tuits ratificando el poder de decisión que le corresponde como presidente. Y luego de horas de ácidos reproches por la vía de trascendidos o mensajes indirectos, la jornada terminó con una carta de Cristina Kirchner, que denunció operaciones en su contra, destacó su papel como creadora del Frente de Todos y recordó que ella sola logró en 2017 más votos que la lista del FdeT en las PASO del domingo último.

Antes, había trascendido un audio de la diputada Fernanda Vallejos con adjetivos muy graves destinados al Presidente y al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. A esas horas, Alberto Fernández buscaba reunir apoyo efectivo de gobernadores y otras expresiones del PJ tradicional.

Esa ronda incluyó una conversación con el tucumano Juan Manzur, considerado una pieza clave para reunir a un conjunto de mandatarios como respaldo al Presidente. Sin embargo, Cristina Kirchner dijo en su carta que ella lo había propuesto como nuevo jefe de Gabinete. Fue otra manera de apuntarle a Cafiero.

 El gobernador tucumano, que contó con el respaldo del Presidente y de la vice en las elecciones primarias del domingo, no habría aceptado las propuestas para sumarse a un gabinete renovado. No podría dejar su provincia porque enfrenta una muy dura disputa con el vicegobernador, Osvaldo Jaldo.

La gravedad del conflicto interno también provocó la decisión presidencial de no viajar a México para asistir al encuentro de la CELAC. Ese era un objetivo destacado en su agenda internacional. Ya había cancelado el viaje a Nueva York para hablar ante la ONU.