La aceleración en la inflación habilita la injerencia del FMI en la política monetaria

La aceleración en la inflación habilita la injerencia del FMI en la política monetaria

El 3,7% de inflación y el contexto de las Lebacs habilita al FMI a revisar con mayor detenimiento lo que ocurre con la política monetaria.

El Indec publicó días atrás la inflación más alta de toda la serie del IPC Nacional: dio 3,7%
en junio por la suba en el precio del dólar, que impactó sobre los precios de la núcleo (que resultó de 4,1%) y principalmente sobre los alimentos (5,2%), y por los incrementos en prepagas y medios de transportes.

Con estos últimos datos, la Argentina cumple tres años consecutivos con una inflación superior al 100% por lo que integra la liga de los países hiperinflacionarios.

Meta incumplida. La inflación interanual llegó a 29,5% y, así, se incumplió la primera meta intermedia que el Gobierno había arreglado con el Fondo Monetario Internacional. Por eso, según lo firmado en el acuerdo, ahora habrá que sentarse con el staff del organismo a discutir el escenario actual.

“Si la tasa de inflación para los últimos doce meses rompe la banda interior, se desencadenará una consulta con el staff sobre la respuesta de política apropiada”, explica el documento interno del FMI. El Fondo sugiere en su informe complementar la receta del ajuste monetario tradicional limitando los aumentos salariales en el sector público.

El techo oficial para la inflación anual es del 32%, mientras que el piso es 22%. Con esas pautas, las autoridades esperan que el IPC marque 27% al terminar el año. “Si bien lamentamos volver a reajustar nuestras metas de acuerdo a un sendero más alto de inflación, este cambio es inevitable dada la volatilidad del mercado financiero que Argentina ha experimentado y el impulso inflacionario en curso tras la reciente depreciación del peso y los aumentos en los precios mundiales de la energía”, sostiene el texto remitido al FMI hace un mes.

Desde las consultoras Ecolatina y Elypsis esperan que a fin de año la interanual supere la meta intermedia de 29%. Así, cerraría 2018 cerca del techo del 32%, lo cual implicaría que la discusión sea con el directorio ejecutivo y que el FMI tenga poder de veto para el acuerdo.

(Con información de El Economista)