"Demostraremos pronto que tenemos razón" (Dujovne a Macri)

Nicolás Dujovne le aseguró ayer a Mauricio Macri que puede dar un dato por seguro. Que en diciembre de 2018, cuando se liquide el último aumento a los jubilados con la nueva fórmula previsional, estos habrán percibido un aumento real de entre 4% y 6% por sobre la inflación real medida por el Indice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC. Y que ese porcentaje será,»sin el bono»; y que este representará uno o dos puntos porcentuales más, dependiendo del beneficiario. El ministro de Hacienda le dibujó ayer en Olivos, durante el único encuentro que ambos mantuvieron ayer, la comparación con la aplicación eventual de la «movilidad jubilatoria», y le garantizó que para el segundo semestre de 2018 el Presidente podrá mostrarle a todos los que criticaban los cambios, que estaban equivocados. Pero, se reconoció, para esto habrá que esperar; y, mientras tanto, comenzar a trabajar en una mejora sustancial en la manera en comunicar los cambios en la economía que generarán las reformas fiscales que el Ejecutivo está peleando (literalmente) en el Congreso.
Según los números que tiene el ministerio de Hacienda, el próximo año un jubilado que cobra la mínima (más del 70% del total), podrá alcanzar un incremento de casi un 20%, si la inflación general se mantiene en las proyecciones que estima el presupuesto; los jubilados ganarán cerca de 20%, lo que implicaría un aumento de 8760 pesos. Si se le sumara el bono, cuyo decreto está ya pronto a ser publicado, el dinero superaría los 9000 pesos, un dinero que sería superior a la aplicación de la fórmula de «movilidad».
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, estimó que con el cambio de fórmula para calcular los haberes previsionales, los jubilados y pensionados lograrán un «aumento de entre 4 y 6 puntos reales» en sus ingresos a lo largo de 2018, en comparación con este año. El Gobierno no quiere aún hacer públicos estos datos porque están basados en los resultados fiscales que el oficialismo espera obtener en 2018. Y que la clave es que se demuestre que la inflación estará dominada y por debajo del 20% con una cercanía real al 15% acumulado a diciembre. El problema es que para demostrar que tiene razón el Ejecutivo en porfiar con la fórmula, habrá que esperar hasta el último trimestre del año próximo y que antes sólo se pueden hacer especulaciones.
La clave de la argumentación es que la medición según la nueva fórmula es contrafáctica a los números de este año e imposibles de prever con anterioridad, una bondad que la «movilidad» sí aportaba. Dujovne ratificaba también que las partidas ya dispuestas por Hacienda garantizaban un alza de 22% del total calculado para este año, lo que también aseguraría que en 2018 los jubilados tendrían beneficios mayores con la aplicación del cálculo propuesta contra la «movilidad».
Otro dato que entusiasma a Dujovne es que la próxima fórmula garantiza cierta estabilidad de ganancia para los jubilados en el tiempo y que le quita a la «movilidad» la estacionalidad de «años buenos y años malos», lo que para los jubilados en el mediano plazo también sería un dato positivo. Siempre y cuanto, obviamente, la inflación esté controlada. El Presidente y el ministro hablaron además de la necesidad de proponer un debate general sobre la reforma previsional, con los representantes de «la oposición racional», incluyendo «gobernadores, legisladores y sindicalistas» que «sepan hacer oposición y no tengan como única meta, pudrila». El Presidente y su ministro ratificaron finalmente todas las metas fiscales ya definidas entre el jefe de Estado y Hacienda. La necesidad de llegar a un déficit fiscal del 3,2% del PBI en 2018, lo que implica un ahorro de 123.000 millones de pesos, provenientes de la combinación entre una baja en el gasto previsional entre 70.000 y 80.000 millones de pesos; más otros $40.000 millones de la reforma impositiva.
FUENTE: Ámbito