Innovación continua. Cómo pasar al Modo Desarrollo
Probablemente la organización de la que formas parte, ya haya encontrado un modo relativamente estable de sobrevivir a COVID-19 y te preguntes cuál es el siguiente paso. ¿Cómo pasar del modo supervivencia al modo desarrollo y empezar a proyectar el futuro? La clave es una cultura de innovación continua.
¿Qué es innovar?
El primer punto clave es ponernos de acuerdo acerca de qué estamos hablando cuando hablamos de “innovar”. El alineamiento dentro de la organización bajo un lenguaje común en torno a la definición de innovar permite que concentremos los esfuerzo en una misma dirección.
“Innovación” podría estar definido conceptualmente por estos 4 elementos:
propone un agregado de valor nuevo y diferente
este valor es percibido por el cliente (interno y/o externo)
es difícilmente replicable por otros (¿por qué asignar recursos en algo que un competidor podría desarrollar rápido -e incluso mejor- apenas salgamos al mercado?)
es sustentable (no es meramente un golpe de suerte, sino una práctica arraigada y permanente en la cultura de la organización).
¿Por qué es importante innovar?
Con la irrupción de COVID-19, las medidas de higiene, distancia social y aislamiento adoptadas por los diferentes gobiernos hicieron tambalear a las organizaciones tal como las teníamos entendidas hasta entonces. Como consecuencia, hubo que adaptarse, construir cultura de trabajo remoto e instalar una nueva mentalidad, nuevos hábitos y nuevos procesos.
Con mayor o menor éxito, gran parte de las organizaciones han logrado asegurar la continuidad de su negocio para sobrevivir a la pandemia (por lo menos en una primera etapa). Pero esto ya no es suficiente. El “Nuevo Normal” llegó para quedarse -al menos por los próximos 18 meses o más- y necesitamos anticiparnos si queremos crecer, encontrar nuevas oportunidades y aprovechar los “espacios en blanco” que el nuevo escenario nos presenta.
¿Te preguntas cómo encontrar estos “espacios en blanco”? Abajo te dejo un gráfico muy útil para comenzar a pensar dónde está ubicada tu organización, proyectar una visión de futuro y definir tu estrategia de innovación.
¿Cómo crear valor con Design Thinking?
Design Thinking es un enfoque sistemático que abarca herramientas y procesos que ayudan a transformar ideas abstractas en soluciones concretas y validadas con el fin de generar valor, partiendo siempre de los problemas y necesidades del cliente (tanto interno como externo).
Los puntos principales de este modelo son:
Genera valor para el cliente y para el negocio: Valida el valor de tu idea, tanto para el cliente como para el negocio, durante las diferentes instancias del recorrido.
Realiza un trabajo etnográfico: No se trata de preguntarle al cliente qué necesita, sino de observar y entender, a partir de su comportamiento, sus problemas y necesidades no satisfechas. No siempre el cliente sabe expresar lo que necesita o desea.
Equivócate rápido para triunfar antes: Design Thinking propone un enfoque de aprendizaje y desarrollo de ideas iterativo en donde las instancias de validación son permanentes. Así disminuye el riesgo en el negocio respecto de las nuevas iniciativas.
Enfócate en crear y no en descubrir: No existe una “verdad” que debemos desenmascarar allí afuera, sino múltiples posibilidades que surgen a partir de los “espacios blancos”.
El proceso de Design Thinking alimenta el funnel de innovación en tu empresa, permitiendo crear las ideas que se implementarán luego en ciclos ágiles de desarrollo a partir de metodologías ágiles.
¿Qué son las metodologías ágiles?
“En la actual era de la volatilidad, no hay otra opción que reinventar. La única ventaja sostenible que puedes tener sobre los demás es la agilidad” – Jeff Bezos, CEO de Amazon
Las metodologías ágiles constituyen un marco de trabajo conformado por conceptos, procesos y herramientas para gestionar proyectos de desarrollo de productos basados en la entrega de valor iterativos y el feedback permanente de los clientes.
Las claves son:
Entrega de pequeñas partes
Validadas por el cliente
Equipos autónomos
Que trabajan colaborativamente
Aprendizaje permanente
Idear y diseñar productos y servicios apoyados en ciclos metodológicos de Design Thinking sin integrar este proceso a un desarrollo ágil o, a la inversa, desarrollar productos y servicios “ágilmente” sin primero idear y diseñar con Design Thinking, genera un corto circuito en el funnel de innovación.
Design Thinking y las metodologías ágiles se complementan y potencian una a la otra. Pero, si quieres realmente acelerar la transformación y hacerla sustentable, agrega a esta ecuación una Gestión de Cambio Ágil.
¿Cómo acelerar la transformación con una Gestión de Cambio Ágil?
Si tu objetivo es construir una organización que se caracterice por la innovación permanente, necesitas generar cultura de innovación. Debes construir un ecosistema que facilite el poder creativo a partir de estructuras, políticas, procesos y sistemas consistentes con el propósito así como también desarrollar la mentalidad necesaria en tus equipos.
La Gestión de Cambio Ágil acompaña ciclos o sprints de innovación y desarrollo, facilitando así el despliegue y ayudando a escalar la experiencia en la organización mientras, en paralelo, trabaja cambios estructurales en la cultura. El trabajo multidimensional asegura y acelera la transformación.
Un plan de transformación ágil “tipo” podría verse así:
Semana 1: Sprint de diseño de la Estrategia y Visión de Cambio para la innovación
Identificación de oportunidades de innovación para la organización
Alineación de líderes bajo una misma Visión
Definición de hitos
Claridad de nuevos hábitos y comportamientos que necesitamos (líderes y colaboradores)
A partir de la semana 2 (comienzo primer ciclo de innovación): Acción inmediata e impacto rápido
Conformación del primer equipo interdisciplinario
“On the job” training Design Thinking y Agile
Colaboradores participando y haciendo
Celebración del primer proyecto de innovación en marcha
Escalabilidad con nuevos equipos en nuevos ciclos
Gestión de Cambio enfocada en facilitar a los equipos el desarrollo de los ciclos
A partir de la semana 2 (5-6 meses de duración): Transformación estructural
Diagnóstico de la cultura actual
Identificación del gap cultural
Estrategia y Plan de Cambio Estructural
Indicadores culturales instalados
Equipo de Gestión de Cambio interno entrenado
Diseño de Planes de Transformación Cultural
Aprendizaje permanente y ajustes en los planes
¿Qué resultado podemos esperar?
La retroalimentación y el trabajo integrado de Design Thinking, las metodologías ágiles y una Gestión de Cambio Ágil son la fórmula para alcanzar una transformación genuina, verdadera y sustentable.
El otro punto clave es la dinámica del despliegue. Los ciclos de innovación y desarrollo permiten mostrar que las cosas suceden, generar hitos y lograr impacto (con el mensaje que ello implica para las personas de nuestra organización).
Sin un cambio estructural es muy difícil escalar y volver sustentables las nuevas prácticas. Las dos dimensiones son claves, necesarias y se deben trabajar coherentemente. No se trata sólo de crear una respuesta al COVID-19, sino de sentar las bases de la cultura que necesitas para un crecimiento permanente de tu organización.
Referencias:
Brown, Tim (2009). “Change by Design: How Design Thinking Transforms Organizations and Inspires Innovation”, published by Harper Business.
Ogilvie, Tim & Liedtka, Jeanne (2001). “Designing for Growth: A Design Thinking Toolkit for Managers”, published by Columbia University Press.
Sheahan, Peter & Williamson, Julie (2016). “Matter: Move Beyond the Competition, Create More Value, and Become the Obvious Choice”.
Board of Innovation (Junio 2020). “Low Touch Economy Report”. https://www.boardofinnovation.com/low-touch-economy/
Pinder, Mike (2020). “The Change of Agile? Not, quite the opposite”. https://www.boardofinnovation.com/blog/the-end-of-agile-no-quite-the-opposite/
IMCG Consulting Group (2018), “Modelo Gestión Continua del Cambio”. https://www.imcgconsulting.com/servicios/gestion-de-cambio/
