Industria textil proyecta crear 200.000 empleos

Industria textil proyecta crear 200.000 empleos

La industria textil proyecta crear 200.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos tres años, según un informe presentado por la Fundación ProTejer.

«A pesar de la pandemia, se estima que las inversiones del sector textil cerrarán el 2020 en US$100 millones, por encima de los US$ 64 millones del 2019».

Así lo indicó la entidad que subrayó que “2021 se proyecta como el año con la mayor inversión de la década con US$250 millones».

El sector se recupera a niveles pre-pandemia, con un nivel de producción en setiembre por debajo del mismo mes del año pasado.

Pero «en octubre se registró un consumo de energía similar al año pasado, dato que nos adelanta el repunte textil”.

Esto “se reflejará en los indicadores de producción y capacidad instalada del mes, aún no publicados».

La Fundación estimó que se podrá “recuperar durante los próximos 3 años, 200.000 puestos de trabajo en toda la cadena agro-textil e indumentaria».

El apoyo imprescindible del estado

Pero condicionó esta posibilidad a «si las políticas de incentivo al sector se mantienen vigentes durante el mandato de Alberto Fernández y con una administración inteligente del comercio”.

Los referentes de la industria textil también remarcaron la importancia del programa ATP para sostener los puestos de trabajo que hoy suman 400.000 empleos.

A su vez, aseguraron que la incorporación de sistemas de automatización, permitirán incrementar la competitividad del sector.

Y generar nuevos empleos de calidad que tenderán a «mejores salarios».

Consultados sobre la legislación laboral, indicaron que «en el corto plazo podemos generar empleo con las normas actuales».

Porque la demanda principal del sector está en «la creación de nuevos mercados».

Por su parte, la Cámara Industrial de la Indumentaria (CIAI) informó que “la producción nacional de ropa no logra recuperarse”.

Ya que “los protocolos sanitarios obligan a trabajar con una reducida dotación de personal, lo que se traduce en menores cantidades fabricadas”.

En paralelo, añadió la entidad, “la demanda continúa muy golpeada» debido a la necesidad de no aglomerar consumidores en los locales comerciales.

Y sobre todo, a la crisis económica desatada por la pandemia de Covid-19.

Según la CIAI, la pandemia desató una “gran cantidad de problemas” al interior de las cadenas de abastecimiento de la indumentaria a nivel internacional, lo cual se replicó en el caso argentino.