Guía: cómo abrir una cuenta en el exterior

Guía: cómo abrir una cuenta en el exterior

Dónde conviene más, en qué país es el más barato y seguro, y cuáles son los pasos a seguir

La inestabilidad social, política y económica de la región latinoamericana está provocando que los ciudadanos busquen alternativas fuera de sus países para proteger sus ahorros y patrimonios. Es por este motivo que cada día es más común leer artículos en los medios sobre tácticas, beneficios, complicaciones y errores a la hora de abrir una cuenta en el exterior.

¿El país más elegido? Estados Unidos.

La demanda de apertura de cuentas en los EE.UU. se encuentra en uno de los puntos más altos en los últimos años. Este fenómeno responde a los temores de las personas a que la ya mencionada inestabilidad que afecta a sus países, pueda perjudicar la seguridad de sus activos o se los grave con impuestos elevados e imprevistos.
“Los motivos que más escuchamos en las consultas que recibimos son presión impositiva, inseguridad jurídica, restricciones cambiarias y control sobre el libre flujo de fondos”, enumera Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.

Antes de las cuarentenas que originó la pandemia por Covid-19, abrir una cuenta bancaria en los EE.UU. de forma remota era todo un desafío. Sardáns asegura que “la figurita difícil eran las cuentas para manejar saldos transitorios, también llamadas cuentas transaccionales, es decir, las que usan con fines comerciales las empresas, los emprendedores, los profesionales y/o los importadores/exportadores.

En otras palabras, el tipo de entidad financiera y cuenta que les permite a éstos recibir pagos de sus clientes y cancelar deudas con sus proveedores, dentro o fuera de los EE.UU.” Y alerta: “Esa clase de movimientos no son bienvenidos en cuentas abiertas en brokers, las cuales son relativamente fáciles de abrir, pero también se cierran rápidamente cuando las detectan».

KYC (Know-Your-Client)

Previo a la pandemia, el gran impedimento para abrir estos tipos de cuentas mediante trámites online, era el temor de los bancos a no cumplir a rajatabla con el famoso KYC (Know-Your-Client) y que se  filtre un cliente envuelto en actividades ilícitas o, por el contrario, que la documentación que se le presente no corresponda a quien realmente va a manejar la cuenta y es el dueño del dinero.

Pero a partir del uso generalizado de las plataformas de video-llamadas, el proceso de apertura presencial se reemplazó con entrevistas virtuales. De hecho, los mismos empleados que antes abrían las cuentas con los nuevos clientes del otro lado del escritorio, ahora lo hacen desde sus propias casas y con el cliente del otro lado de la pantalla.

Tener una cuenta en los EE.UU. no es menor para el latinoamericano: “Se trata de la plaza más conveniente desde el punto de vista de servicios bancarios, además de la más barata en lo que tiene que ver con costos de mantenimientos y comisiones por transferencias, ideal para hacer negocios con el mundo, más allá de ser la plaza más segura”, sostiene el CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.

Esto demuestra que existen alternativas dentro del marco legal establecido y que es posible adaptarse a los nuevos tiempos, aún en empresas como las del sector financiero que siempre han sido muy rigurosas y poco flexibles.

Mariano Gorodisch