¿Guatemala y Kazajstán? Deuda emergente para saltar la desaceleración

¿Guatemala y Kazajstán? Deuda emergente para saltar la desaceleración

«Aprovechar el universo de la deuda de los mercados emergentes será la clave para afrontar la desaceleración económica de 2020″. Son palabras de los expertos de Jupiter AM, que alertan de las complicaciones a las que se pueden enfrentar los inversores este año por las nuevas tensiones geopolíticas y por las perturbaciones que sufre el comercio mundial.

Pero allí surge automáticamente la otra pregunta, cuáles bonos implican riesgo tolerable.

Con la situación actual, dicen, es preferible apostar por «países que dependen más del consumo interno que de los intercambios comerciales», y entre ellos destacan Guatemala o Kazajstán. «Podemos aportar más valor en emisores más pequeños, que no son ilíquidos, y que a la vez aportan fundamentals muy sólidos», dice Alejandro Arévalo, gestor del área de deuda emergente de Jupiter.

Los países que más atraen a la gestora son «los que a menudo pasan inadvertidos».

Es que cuando se piensa en los mercados emergentes, a menudo aparecen los nombres de los países que representan «el mayor peso en los puntos de referencia, como China, Rusia, México…». En ellos es más difícil añadir valor, por lo que estos analistas prefieren otros que suelen pasarse por alto.

Por ejemplo, Guatemala, un país con estabilidad política y en donde las empresas que emiten deuda «suelen ser empresas líderes del mercado». De hecho, asegura Jupiter, «en 2018, cuando todo lo demás se estaba vendiendo, superaron al mercado en general». Y también ve con muy buenos ojos a Kazajstán: «Es una jugada sobre Rusia sin los costosos diferenciales y el mayor riesgo de sanciones», asegura Arévalo.

Sin embargo, esto no significa que Jupiter dé de lado totalmente a los mercados más grandes. «No ignoramos las grandes oportunidades», afirma la gestora, que muestra su preferencia por Brasil porque «tiene en marcha varias reformas estructurales pro-mercado en áreas como las pensiones y los impuestos que creemos deberían impulsar el crecimiento». Además, señala, Brasil también tiene una economía «relativamente cerrada impulsada por el consumo interno», lo que se ajusta al enfoque de minimizar el riesgo comercial.

Una apuesta por los emergentes

Muchos se preguntarán por qué Jupiter aconseja los emergentes. El propio Arévalo lo explica: «Aunque los titulares de los últimos doce meses pueden mostrar una lectura incómoda para el inversor de los mercados emergentes (guerra comercial EEUU-China, sanciones, protestas, desaceleración económica…), y se podría pensar que la deuda de los mercados emergentes ha tenido un año difícil, en realidad ha sido todo lo contrario».

De hecho, los principales índices de divisas de los mercados emergentes han retornado más del 11% en 2019. «La realidad es que los atractivos tipos de interés de una gran parte del universo de la deuda de los mercados emergentes son simplemente demasiado buenos para renunciar a ellos«, teniendo en cuenta que hoy por hoy «los inversores tienen que pagar cada vez más por el privilegio de mantener la deuda, con unos 17 billones de dólares de bonos que ahora tienen rendimientos negativos», dice Arévalo.

Para tener éxito al invertir en una situación como la actual, con el crecimiento mundial mostrando aún signos de ralentización, la estrategia más adecuada es ser «más defensivo» y favorecer una «mezcla diversificada de países y compañías que puedan tener un rendimiento superior en un panorama más desafiante», dice Jupiter. Lo mejor, asegura la gestora, es «favorecer a los países que dependen del consumo local en lugar del comercio, dada la actual naturaleza perturbada del comercio mundial», y también estar «atentos a los bancos centrales» y sus movimientos sobre política monetaria. Así se podrán identificar las mejores oportunidades incluso si hay recesión.

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