Brasil necesita confianza medioambiental para destrabar el acuerdo

Brasil necesita confianza medioambiental para destrabar el acuerdo

El Gobierno brasileño, criticado internacionalmente por su postura medioambiental, necesita «generar un ámbito de confianza» en esa área para sacar del impás el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, consideró en entrevista con EFE el embajador del bloque comunitario en Brasil, Ignacio Ybáñez.

Ambas regiones necesitaron 20 años para alcanzar el acuerdo político anunciado en junio de 2019, que todavía precisa ser ratificado por los Parlamentos de los 27 países de la Unión Europea, por los cuatro del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y por el propio Parlamento Europeo.

«Es una oportunidad única para los países de la UE y del Mercosur, en un momento en el que grandes potencias, Estados Unidos y China, tienen una visión mucho más proteccionista. Si no hay acuerdo, otros lo aprovecharán y no será Europa», sostuvo Ybáñez.

Es una oportunidad única para los países de la UE y del Mercosur

Pero el camino se presenta arduo. Holanda, Austria y Francia ya han dado la espalda a refrendar el acuerdo si el Ejecutivo brasileño no cambia sus políticas medioambientales.

El Gobierno de Bolsonaro ha sido censurado internacionalmente por no hacer lo suficiente con respecto a los incendios forestales en zonas de la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo, y el Pantanal, el principal humedal del planeta.

No obstante, Ybáñez opinó que ha habido «una actitud de más cooperación» por parte del Gobierno brasileño con gestos como la creación este año del Consejo de la Amazonía, dedicado a preservar, proteger y desarrollar la región.

El alto funcionario europeo saludó también la implicación del sector privado brasileño, con una iniciativa pro-Amazonía liderada por los tres principales bancos privados del país, que se une a la presión de los fondos de inversión internacionales, que exigieron un cambio de rumbo en la política medioambiental brasileña.

P. Hace un par de semanas el Gobierno francés supeditó el acuerdo UE-Mercosur a más protección a la Amazonía y mayor compromiso con el Acuerdo de París sobre el clima, en alusión especialmente a Brasil. ¿Cómo ha encajado esa decisión el Gobierno brasileño y demás actores políticos y empresariales? ¿Ven a los europeos como unos exagerados?

Exigieron un cambio de rumbo en la política medioambiental brasileña

R. Hemos visto ese informe de los expertos franceses, como también de otros Parlamentos (Austria, Holanda). Lo miramos con preocupación, pero en el fondo con una cierta comprensión. La preocupación medioambiental es algo general en el conjunto de Europa. Antes del informe francés, hemos manifestando al Gobierno brasileño nuestra preocupación por la deforestación o los fuegos en el Amazonía. Notamos además este año que ha habido una reacción no solo de actores internacionales. Se han sumado, en primer lugar, los grandes inversores internacionales, pero también empresarios brasileños. Algo llamativo es el compromiso de los tres grandes bancos privados (Itaú, Bradesco y Santander) ofreciendo colaboración del sector financiero.

P. ¿Y las reacciones del Gobierno?

R. Nos han parecido correctas. La creación del Consejo de la Amazonía ha sido una muy buena decisión, especialmente por estar presidido por el vicepresidente (Hamilton) Mourao. En ese sentido, vamos acompañando el proceso, hemos establecido un diálogo muy cercano, pero somos conscientes de que son grandes los desafíos a los que Brasil tiene que enfrentarse en la Amazonía, que nos conciernen a todos, y les presentamos nuestra cooperación.

P. Desde fuera, se ven dos sensibilidades en el Gobierno brasileño, por un lado la del vicepresidente Mourao, públicamente preocupado con el asunto medioambiental, y por otro, las del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, y de Bolsonaro, quienes acusan a los europeos de inmiscuirse en asuntos nacionales.

Fuente: Agencia EFE