Ganancias: quedarían al margen un grupo de asalariados y autónomos

Ganancias: quedarían al margen un grupo de asalariados y autónomos

Parcial

Subiría el mínimo no imponible, pero no otras variables; quedarían al margen un grupo de asalariados y todos los autónomos

Por la manera en que el Gobierno prevé actualizar el esquema del impuesto a las ganancias en función de lo que trascendió y de lo que dice la normativa vigente, la medida no traería un alivio para los bolsillos de la totalidad de las personas cuyos ingresos están hoy gravados. Así lo advirtieron los tributaristas consultados por la nacion, que coincidieron en señalar que, para evitar que la inflación y las subas nominales de salarios aumenten constantemente el peso de la carga fiscal, todas las variables que definen quiénes tributan y con qué alícuotas deberían actualizarse con mayor frecuencia respecto de lo que está establecido hoy.

Desde 2018 y por una ley aprobada en 2016, todo el conjunto de deducciones personales (y también algunas de las deducciones que pueden declararse por determinados gastos) se reajustan una vez por año en función del porcentaje de variación interanual, al mes de octubre, de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Por ese mecanismo también se actualizan los valores de la tabla que, según el nivel de ingresos, determina qué alícuota se paga. Ese esquema anual de reajustes tiene efecto para todos los asalariados y para los autónomos.

Al comenzar 2022, por ejemplo, se aplicó un alza de 50,6245% (esa fue la variación del Ripte entre octubre de 2020 y ese mes de 2021) a la cifra de $150.000. De allí que hoy se les descuente Ganancias a quienes tienen un salario bruto superior a $225.937.

Tributaristas

Se partió de $150.000 porque ese fue el sueldo más bajo alcanzado por el tributo durante un período de 2021 (en septiembre, la cifra fue llevada a $175.000, pero el índice salarial se aplicó sobre el número previo).

Fue una ley votada el año pasado la que definió que no tributarían quienes tenían en ese momento un salario de hasta $150.000. Entonces, se dispuso también la vigencia de una tabla especial de deducciones, con el objetivo de suavizar el impacto del tributo para quienes superaran el mínimo no imponible por una cierta cantidad de pesos. Esa tabla especial alcanza hoy a quienes tienen un sueldo bruto de entre $225.937 y $260.580. Hasta ese nivel de ingresos, el impuesto es más bajo respecto de lo que sería en caso de no haber existido el cambio legal de 2021.

Para remuneraciones más altas, la modificación no tuvo impacto. Por eso, en caso de hacerse ahora una actualización solo en función del mecanismo de mover el mínimo no imponible, sin modificar las deducciones personales ni los montos de la tabla de alícuotas, no habría efecto para un grupo de asalariados.

En un contexto de inflación y recomposiciones de ingresos, no actualizar Ganancias algo que ocurrió durante largos períodos en los gobiernos kirchneristas provoca que haya más personas alcanzadas, pero también hace que quienes ya pagan tengan una carga fiscal más pesada, incluso cuando sus ingresos tengan un poder adquisitivo más reducido que el que tenían antes.

Aumento del mínimo no imponible

En medio de la fuerte interna que hay en el oficialismo, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, le pidió días atrás y por carta al ministro de Economía, Martín Guzmán, que disponga un aumento del mínimo no imponible, usando las facultades que el Congreso le otorgó al Poder Ejecutivo para el período fiscal 2022. Esa atribución se refiere a elevar las deducciones especiales que suben el salario más bajo alcanzado por Ganancias, sin modificar otras variables del impuesto.

La ley que da esas atribuciones no especifica con qué criterios debería hacerse el reajuste. Si se considerara la variación que tuvo el Ripte en el primer trimestre del año, la suba debería ser de 18,1% y entonces pagarían Ganancias las remuneraciones de más de $265.000. Esa cifra, de hecho, fue la que trascendió como el nuevo umbral que se dispondría.

Actualización

Sin embargo, cuando se hizo la actualización de enero de todo el esquema de Ganancias, el último dato del Ripte que se consideró fue el de octubre. Por lo tanto, si se entiende que el punto de partida para ver el avance del índice salarial es el décimo mes de 2021, el incremento debería ser de 24,3%. Y, así, el mínimo no imponible se iría a alrededor de $281.000.

«El proyecto de aumentar solo la deducción especial [para llegar a un cierto mínimo no imponible] es un analgésico», definió el tributarista César Litvin, quien señaló que lo más adecuado sería pasar de un reajuste anual a uno trimestral de todo el esquema, y cambiar el Ripte por el índice de precios al consumidor (IPC), como valor de referencia.

Además, dijo, debería lograrse la igualdad frente al impuesto entre asalariados y autónomos. Estos últimos se ven alcanzados por la suba anual de las deducciones (y, por tanto, del mínimo no imponible) que se hace cada mes de enero. Pero fueron dejados al margen del alivio incluido en la reforma legal del año pasado. Pese a que en ese momento el oficialismo prometió una ley para incluirlos, ese proyecto nunca llegó.

Autónomos

Hoy la deducción general para autónomos es de $757.694 anuales; así, con un ingreso promedio mensual de $63.141 ya están alcanzados (más allá de que pueden aplicar deducciones por gastos que, en varios casos, tienen topes desactualizados).

Según evaluó la contadora Florencia Fernández Sabella, si bien la mejora no es para todos, es para celebrar el hecho de que haya una actualización «aunque sea a mitad de año», porque «esperar hasta enero, con una inflación de 6% mensual y paritarias de 60%, provocaría que gran parte de la corrección de los salarios se vaya en el impuesto». Agregó que «obviamente» debería haber actualizaciones automáticas de mayor frecuencia que la anual.

«El Poder Ejecutivo está facultado, para 2022, a incrementar la deducción adicional o específica» usada para subir el salario más bajo alcanzado, describió el asesor tributario Andrés Edelstein, Por eso, agregó, «no habría cambios para los que superen el nuevo piso que se establezca».

En la opinión de quien fue secretario de Ingresos Públicos en el gobierno anterior, además de elevarse la frecuencia de los reajustes, debería desempolvarse un proyecto que buscaba incorporar una unidad de valor tributaria (UVT), con un esquema en el cual los parámetros de los impuestos se definan como equivalentes a una cierta cantidad de UVT. Así, al reajustarse periódicamente el valor de esa unidad, los parámetros que definen quiénes tributan cada impuesto, se irían actualizando.

Fuente: La Nación