Fuerte rebote. Expectativas de crecimiento para la actividad económica

Fuerte rebote. Expectativas de crecimiento para la actividad económica

Más allá de los vaivenes en la política interna y el recrudecimiento del contexto internacional, la recuperación de la economía argentina que comenzó en 2021 podría continuar durante los próximos años. Sin embargo, esa dinámica difícilmente pueda subsanar todo lo perdido en las sucesivas crisis que comenzaron en 2018 y el estancamiento que comenzó en 2011.

Un informe de Ecolatina ponderó el “fuerte” rebote del año pasado, que fue de 10,3%, y comentó que las expectativas para la actividad económica muestran que el sendero de crecimiento seguiría hasta, al menos, las próximas elecciones presidenciales. “Para este año, si bien no esperamos un crecimiento significativo entre puntas, por el arrastre estadístico que dejó el 2021 la previsión del crecimiento sería del orden de 3%, y esta cifra que esperamos podría repetirse en 2023”, proyectó la consultora.

Proyecciones

Estas proyecciones son consistentes con las contenidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, ya que el organismo proyecta un crecimiento en el rango de 3,5%-4,5% para 2022 y 2,5%-3,5% para el 2023. También van en línea con las del Banco Mundial: el Global Economic Prospects contiene una previsión de 2,6% y 2,1% para 2022-2023, y las del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), 3,2% y 2,2%, respectivamente.

“De materializarse estas previsiones, se podrían encadenar tres años consecutivos de crecimiento sostenido, algo que no sucede desde hace más de una década”, resaltó el trabajo de Ecolatina. Además, sostuvieron que en 2023 el nivel de actividad también podría alcanzar los mayores valores de la serie del Indec.

Por otro lado, se preguntaron si este proceso significa que la economía habrá recuperado toda la caída acumulada (14%) entre 2018 y 2020, por las sucesivas crisis cambiarias y el impacto de la pandemia.

“Si bien en términos absolutos esto sería cierto, cuando se incorporan la comparación regional, el crecimiento poblacional y, sobre todo, la dimensión social, queda claro que todavía queda mucho camino por recorrer”, respondió Ecolatina.

Contexto mundial y social

Si bien Argentina fue uno de los países que recuperó rápidamente los niveles prepandemia, utilizando los datos del FMI y las proyecciones brindadas por la Alianza Latinoamericana de Consultorías Económicas (Laeco), “se puede ampliar la ventana temporal y observar que la dinámica de mediano plazo luce algo distinta”, advirtió la consultora.

Al mismo tiempo que Argentina lograría en 2023 recuperar el terreno cedido desde el último nivel máximo (+0,9%), el mundo habrá crecido 18,8% y la región 5,7%. Al interior de esta última, Colombia (+20,4%), Perú (+13,0%), Chile (+12,0%) son los que mostrarían mayores cifras a lo largo de estos años.

El último nivel máximo de PIB de nuestro país corresponde a 2017, cuando había 44 millones de habitantes. Las proyecciones mencionadas indican que se volverá a alcanzar ese nivel en 2023, pero ahora con 46 millones de habitantes, lo que implica que el producto por habitante todavía no recuperará lo perdido.

Además, teniendo en cuenta el “factor poblacional”, el nivel máximo de PIB per cápita no se alcanzó en 2017 sino en 2011, momento desde el cual la economía argentina mostró un desempeño errático en materia de crecimiento, señaló la consultora. De esta forma, “prevemos que en 2023 el PIB será similar al de 2017, pero 5% menor en términos per cápita, y todavía ubicándose 11% por debajo del máximo alcanzado en 2011”, estimaron.

Salarios deprimidos

Por otro lado, el informe apuntó que las diferencias entre el valor proyectado para 2023 y 2017 no se acotan al PIB per cápita, “sino que concierne a la trayectoria del poder adquisitivo del salario a lo largo del período transcurrido, que habrá sufrido un fuerte deterioro”.

En ese sentido, el estudio detalló que durante el año pasado el salario real fue casi 20% inferior al de 2017, y no se espera que se recupere significativamente este año ni el próximo. De hecho, “proyectamos que cerrará 2023 con un deterioro promedio de 16,5% respecto a 2017”.

Dado que la cantidad de trabajadores formales se habrá incrementado en casi 5%, una relación similar al crecimiento poblacional, esto implica que a lo largo de estos años Argentina tendrá una mayor cantidad de trabajadores, pero con salarios más bajos en términos reales.

Por otra parte, Ecolatina subrayó que el cambio de composición hacia dentro de los asalariados, los cuales representan la mayor cantidad de trabajadores, tiene su correlato en las cuentas nacionales.

Consumo

Tal como afirmaron, a la vez que el consumo público, esencialmente salarios, superará 3,5% los valores de 2017, el consumo privado, que representa aproximadamente el 70% del PIB, exhibirá un retroceso superior al 7%, afectado por la dinámica del salario real a lo largo del período. “Vale destacar que estos números empeoran considerablemente si contemplamos el crecimiento poblacional”, agregaron.

Esto indica que la situación entre los dos valores “similares” de PIB (2017 y 2023) será bien distinta en términos sociales, y posiblemente la tasa de pobreza sea el dato que mejor condensa esta diferencia: “Promedió 27,2% durante 2017 y prevemos que la elevada inflación obstaculizará su descenso desde los niveles actuales (39% en 2021) en los próximos dos años”.

En consecuencia, Ecolatina concluyó que si bien la economía retornará a sus niveles máximos el próximo año, esto no indica que ya se haya recuperado el terreno perdido en los últimos años: por un lado, el consumo distará de ser lo que era entonces, debido a un salario real que lejos estará de empardar su nivel de 2017 y, por otro, se dará en un contexto de pobreza más de 10 puntos porcentuales superior. Ambos síntomas reflejan el principal problema: la población habrá crecido 6% en el período, por lo que la misma torta se tendrá que repartir entre más gente.

Fuente: El Economista