FMI: el Gobierno concentra sus esfuerzos en ordenar la interna, más allá del debate con la oposición

El inicio del trámite legislativo sobre el acuerdo con el FMI pone de relieve la preocupación central del Gobierno en estas horas: lograr el menor costo posible frente a la fisura causada por el cuestionamiento del kirchnerismo al entendimiento cerrado por Martín Guzmán con el equipo técnico del organismo internacional. La exposición de los funcionarios en el plenario de comisiones de Diputados fue en esa línea, aunque formalmente los cruces fueron con algunos representantes de la oposición.

Antes de la llegada de los funcionarios, el lunes, a la Cámara baja, el ministro de Economía concurrió al Congreso convocado por Sergio Massa para responder a los interrogantes de diputados oficialistas que integran las comisiones de Presupuesto y de Finanzas. Fue el primer paso para cerrar filas.

En paralelo, Massa y la conducción del bloque -ya sin Máximo Kirchner- se encargó de asegurar que la representación del Frente de Todos en esas dos comisiones fuera integrada en su totalidad por diputados que respaldan el entendimiento con el FMI.

El plenario de comisiones definirá, mañana miércoles, cómo se llega al debate en el recinto. El oficialismo busca asegurarse un dictamen de mayoría y tiene número ajustado. Una disidencia podría complicar el objetivo. Juntos por el Cambio tratará de imponer su criterio -de apoyo a la refinanciación de la deuda en general y no a cada medida que quiera tomar el Gobierno- y si no puede, podría ir con dictamen de minoría.

Guzmán y también el jefe de Gabinete, Juan Manzur, sostuvieron algunos cruces fuertes con legisladores de la oposición. Sin embargo, el mensaje pareció más dirigido a la interna, con advertencias sobre el daño que podría causar el fracaso del acuerdo con el FMI.

La agenda de Diputados incluye para este martes la visita de representantes de la CGT, de las CTA y de las principales organizaciones empresariales.

Si todo se ajusta a las previsiones, el miércoles se daría el debate en el plenario de comisiones, que podría extenderse al jueves. Eso determinará que el proyecto llegue al recinto el jueves o viernes. El oficialismo necesita avanzar a toda velocidad, ante los vencimientos de deuda. Y debe pasar la prueba del Senado, bajo la conducción de Cristina Fernández de Kirchner. Pero antes, en la Cámara baja, quedará a la vista el nivel de la disputa interna y el modo de manejarla.

JxC mantuvo un encuentro por Zoom el domingo. Estuvo dedicado exclusivamente al tema del acuerdo con el FMI.  Los dirigentes de la oposición coincidieron en un punto: no harán nada que pueda “mandar el país al default”, según difundieron voceros de la coalición. Facilitaría el quórum y tal vez impulse un proyecto propio que respalde la refinanciación de la deuda pero no los compromisos tomados por el Gobierno en materia de política económica.

Los jefes de los bloques que integran JxC tratarán de unificar la estrategia bajo la decisión de no trabar el acuerdo. No está descartada una nueva reunión de la emsa nacional.

Fuera de los dos principales espacios, los “libertarios” y la izquierda adelantaron el rechazo. El interbloque federal mantiene una posición crítica y, por lo pronto, el peronismo cordobés ya se pronunció por dar quorum y luego abstenerse.