Estados Unidos, “Agonal”/China “Arquitectónica”

Aristóteles hablaba de dos tiempos de la política Faz Agonal, la lucha por el poder y faz arquitectónica la construcción del poder una vez logrado.

Para las democracias Occidentales estos ciclos se renuevan generalmente cada 4 o seis años (Elecciones, para obtener o mantener el poder, luchando, compitiendo con otras fuerzas políticas en pugna) priorizando la búsqueda de soluciones tácticas. En tanto que en sistemas políticos de partido único, los ciclos, generalmente son más extensos,( en cuanto a tiempos de sucesiones del poder y la no competencia de otras fuerzas políticas externas al régimen)esta diferencia del manejo de los tiempos y faces permitiría en principio, el desarrollo de visiones más estratégicas. Esta diferencia es determinante para entender la lógica como estas grandes potencias toman sus decisiones.

Mao pensaba que la ventaja del Ejército revolucionario sobre el convencional estaba precisamente en que el segundo, (el convencional), se desarrolla condicionado por sus metas, plazos y objetivos buscando la eficiencia del menor recurso en el menor tiempo y ese: el tiempo era el mayor condicionante de la ecuación.

En tanto que para el ejército revolucionario el principal objetivo, el triunfo de la revolución, no tenía su condicionante en el tiempo sino al lograrse el fin último de la revolución: el cambio cultural. La revolución como “cultura” desarrolla lo que se conoce como “Estrategia sin tiempo”.

La necesidad táctica de Trump.

Para algunos analistas, la disputa comercial con China está totalmente condicionada por la obsesión cortoplacista de Donald Trump con miras al 2020. Lo que haga la Casa blanca en el mundo está atado como nunca a su reelección. Enfocado en mantener su base electoral hoy supedita su política exterior a lo que le dé mayor apoyo externo.

La base electoral de Trump, son los que perdieron con la globalización. Desencantados con el impacto sobre las economías locales y el muchas veces devastador efecto sobre los productos primarios. Especialmente Los productores rurales. Son las únicas regiones en las que el presidente tiene un índice de aprobación neto positivo. De los 100 condados con el mayor porcentaje de población y  que reciben cupones de alimentos,  el 85% son de áreas rurales y el resto se encuentran en pequeñas áreas metropolitanas.

Los votantes rurales son a la vez más hostiles a los inmigrantes que los votantes urbanos y se sienten rechazados por las elites políticas de la costa este. Pero para desarrollarse y superar la dependencia en los subsidios es indispensable su inserción en los mercados mundiales (Estados unidos es un gran productor mundial de alimentos, que compite con la Argentina).

Los sojeros norteamericanos exportan la mitad de lo que producen, los del trigo el 46% y  China es hoy, su mercado clave.

Los funcionarios de la diplomacia china describen a la guerra comercial como una etapa más de una pugna de largo plazo por la hegemonía global.

Bajo el liderazgo de Xi, el Partido proyecta que China sea primera potencia económica del mundo hacia 2050.

“El choque con los Estados Unidos estaba en los planes”.  Quien toma la iniciativa tiene la ventaja estratégica, la reacción táctica es dar un fuerte golpe de timón para cambiarle el ritmo a la situación dada, Imponer una dinámica no prevista. En criollo, tratar de barajar y dar de nuevo.

Los chinos milenariamente saben que “El que resiste…Gana”, máxime si su estrategia no está condicionada por el tiempo.

El gobierno chino reaccionó de la misma forma que viene haciéndolo desde que empezó la guerra comercial: entre la cautela para no poner en riesgo las negociaciones y la firmeza suficiente como para no conceder más de lo tolerable. Hablar y pelear. Busca reducir daños y prevé un conflicto estratégico de largo plazo.

“Cuando dos elefantes se pelean, el primero que pierde es el pasto.” (Proverbio Africano)

“Una  guerra comercial con aranceles generalizados entre Estados Unidos y China puede empujar a la recesión de la economía Global” asegura el Bank of America Merill Lynch.

Las exigencias Norteamericanas van desde reclamos a favor de la protección a la propiedad intelectual y en contra de la transferencia forzada de tecnología impuesta a empresas de EE.UU.; hasta cambios en la legislación de China sobre protección a su industria.

Trump aplica “dilema del gallina” de la Teoría de los “Super juegos” .

Según la cual, el racional sede ante lo desmesurado del supuestamente “irracional. O bien , adaptándose, termina cediendo algo no planificado, en especial si debe mantener la relación en el largo plazo.

Es improbable que el gobierno chino acepte todas esas condiciones, a las que ve como un intento de frenar el ascenso de China como potencia global.

“Si quieren hablar, podemos hablar. Si quieren pelear, vamos a pelear” es la proclama, publicada esta semana como título de un editorial en los medios oficiales chinos,

De obtener una ventaja,  Trump magnificaría la acción via Twiter y redes, siguiendo su estilo,  como un logro de su política exterior, por sobre todo dirigido a su votante interno.

Como en la saga de los cuentos… esta historia… ¡Continuara!