Estabilidad cambiaria a la espera de las listas electorales

Estabilidad cambiaria a la espera de las listas electorales

Un informe de Singerman & Makon, analiza ele scenario de calma cambiaria, que continuó en la última semana de mayo, conjuntamente con una mejora en los indicadores de riesgo. Sin embargo, advierte que el primer cuatrimestre cerró con caída de las exportaciones a pesar de la devaluación del último año. Y que además, la fuerte caída del comercio y la industria en el mes de marzo repercuten en las claves del mes que termina este viernes

  • Cierra mayo como el mes donde se recuperó la estabilidad cambiaria que se había interrumpido entre marzo y abril. El dólar no se mantuvo inmutable en las últimas semanas, pero sus variaciones fueron ínfimas en relación a la volatilidad que venía presentando en el bimestre anterior.
  • En este resultado influyen varios factores. En el canal financiero, se cuenta la maduración del programa monetario de control de agregados, y muy particularmente la latencia de intervenciones directas del Banco Central, en caso de dinámicas cambiarias disruptivas.
  • Por el andarivel real, la endeblez de la demanda agregada reduce los canales de dolarización de excedentes, a tono con la reducción de la tasa de ahorro de la economía.
  • La reducción de la volatilidad cambiaria estuvo acompasada de una mejora incipiente en los demás indicadores financieros. El riesgo país se redujo casi 50 puntos básicos (-5%), mientras que los seguros contra default bajaron su precio en más de 100 puntos básicos (6,4%).
  • Asociada al tipo de cambio más alto y la contingente “pax cambiaria”, el sector externo muestra su mejor cara por la recuperación del superávit comercial (+U$S 3.147 millones) y el de cuenta corriente (+U$S 957 millones).
  • Sin embargo, la explicación de este superávit en los primeros cuatro meses del año se debe al derrumbe de las importaciones, ya que las exportaciones también se contrajeron en términos interanuales, a pesar del mayor tipo de cambio.
  • En consonancia con esto último, los números relativos a la actividad productiva siguen mostrando claroscuros. El estimador mensual de actividad marcó para marzo una retracción del 6,8% interanual (-1,3% desestacionalizada). Con este resultado, la actividad económica vuelve a niveles del año 2012.
  • Tampoco es auspicioso el desempeño en materia de precios. El índice mayorista abril con un avance del 4,6%, que consolida un acumulado del 72,6% en un año. Este indicador suele anticipar futuros traslados para el segmento minorista, en los próximos meses.
  • En abril también se registraron subas significativas en la canasta básica. Los bienes alimentarios esenciales ya se incrementan en el orden del 66,1%, mientras que, incorporando servicios y otros bienes de primera necesidad, la canasta que determina la línea de la pobreza aumenta a un ritmo del 61,5%.
  • De cara al sexto mes del año, esperamos el retorno de las tensiones cambiarias, conforme madure el escenario preelectoral hacia fines de mes.