Escapada a Humahuaca y sus lugares indispensables

Escapada a Humahuaca y sus lugares indispensables

El cerro de los Siete Colores, los mercados y las artesanías de Purmamarca; la atmósfera siempre alegre de Tilcara, con su fantástico Pucará en las alturas y la cercana Garganta del Diablo; el Monumento a los Héroes de la Independencia, la Catedral y el Cabildo de Humahuaca.

Purmamarca, Tilcara y Humahuaca son los pueblos de visita obligada en todo recorrido por la Quebrada de

Humahuaca, ese largo valle entre montañas de colores que corre de norte a sur a lo largo de 150 km de la provincia de Jujuy, entre Volcán al sur y Tres Cruces al norte. Una sinfonía de paisajes, colores y antiguas tradiciones que lelvaron a la Unesco a declararla “Patrimonio de la Humanidad” como “Paisaje Cultural”.

A punto de comenzar el mes de homenaje a la Pachamama -durante agosto hay ceremonias en casi toda la provincia, algunas privadas y otras que se pueden presenciar-, lo cierto es que, más allá de esos tres clásicos, hay varios otros sitios en la Quebrada que no deberían ser pasados por alto. Aquí, algunos de esos destinos que suelen no estar en el radar de muchos visitantes.

Yala

Es cierto, no está en la Quebrada, pero es paso obligado en la ruta 9 desde San Salvador de Jujuy, y en el apuro por llegar al paisaje buscado, muchos suelen pasar de largo. A solo 15 km de la capital jujeña, Yala está en las últimas estribaciones hacia el sur de la selva de Yungas, esa selva de montaña caracterizada por una gran diversidad ambiental en sus distintas alturas (bosques en la base, selvas en las laderas y otros bosques y pastizales en las cimas). Con variedad de cabañas, hosterías, casas de veraneo, clubes y campings, Yala es un popular destino turístico sobre todo por el Parque Provincial Potrero de Yala, a 12 kilómetros del pueblo. Es un área protegida que conserva el ambiente de las yungas y cuenta con varios senderos y circuitos que invitan a conocer arroyos y cascadas. Y el gran atractivo es el sistema de seis lagunas rodeadas de cerros en las que habitan diferentes especies de aves acuáticas. Por eso la observación de aves es una de las principales actividades. Para dedicarle al menos unas horas de camino a la Quebrada.

Posta de Hornillos

Tal vez no es tan desconocida, pero sí es cierto que muchos suelen pasar de largo este antiguo caserón, una posta de carretas, construida en 1772, en la época del Virreinato del Río de la Plata.

A mitad de camino entre Purmamarca y Tilcara, Hornillos fue paso y descanso obligado para quienes emprendían el largo viaje entre Potosí y Buenos Aires, aunque su fama proviene más bien de la época de las guerras de independencia, porque luego de 1810 se transformó en un importante cuartel del Ejército del Norte, al mando del coronel Manuel Álvarez Prado.

En 1813, en el lugar descansó el general Manuel Belgrano, luego de las victorias en las batallas de Tucumán y Salta. Y sus habitaciones también alojaron a Martín Miguel de Güemes, Juan José Castelli, José María Paz, Antonio Balcarce y José Rondeau, entre otros personajes.

Desde 1979 es un museo histórico que, dividido en cuatro secciones, reúne testimonios de aquel pasado. Además de recrear el funcionamiento de la posta, cuenta con una muestra de los medios de transporte terrestres y reúne elementos de época como el molino de piedra, armas y muebles de los siglos XVIII y XIX. En el predio, donde hay una estación experimental agrícola, se puede acampar.

Juella

Es un pequeño y muy pintoresco pueblito a orillas del río que hoy se destaca por la producción de duraznos, entre los múltiples colores y formaciones de la Quebrada de Juella, 9 km al norte de Tilcara cruzando la ruta 9. A unas horas de caminata está el Huancar de Juella, con unas de las dunas de mayor altura -a 4.500 msnm-, y muy cerca del pueblo, el Pucará de Juella es un importante sitio arqueológico con ruinas de un antiguo poblado omaguaca, en medio de un espectacular paisaje. Desde el pueblo se llega por un camino junto al río entre imponentes cerros. El último tramo, desde la base de la meseta donde se encuentra el pucará, se sube a pie unos 15 minutos para aparecer en medio de las fantásticas ruinas, en una alta meseta rodeada por profundos precipicios y poblada por centenares de cardones. Y con un horizonte, un poco más lejos, decorado con montañas de colores.

Uquía

Algunas coordenadas: 32 km al norte de Tilcara, 17 km luego de cruzar el Trópico de Capricornio y 12 km antes de llegar a Humahuaca. Allí, en el pueblo de Uquía, verá al costado de la ruta una plaza y a continuación una iglesia pequeña, blanca, típica del norte.

Es la iglesia de San Francisco de Paula, que además de ser muy bonita y haber sido construida en 1691, resguarda en su interior un tesoro sorprendente: una de las dos únicas colecciones del país de Ángeles Arcabuceros, pinturas realizadas en el siglo XVII por indígenas de la Escuela Cuzqueña.

Las 9 pinturas de Uquía constituyen una expresión única del arte de la época, de una mezcla de culturas y de la forma en que los artistas nativos imaginaron el “Ejército Celestial de Angeles”, cuando los conquistadores españoles les pidieron que lo pintaran. Lo hicieron a su manera: si los ángeles venían con los españoles, dedujeron que lucirían como ellos: con arcabuces, vestidos como los Tercios de Flandes -militares españoles del siglo XVII-, tocando tambores o trompetas y portando banderas. Un tesoro entre los cerros multicolores. Si al salir le queda un rato, puede hacer una breve caminata por la cercana Quebrada de las Señoritas, con curiosas formas geológicas de tonalidades rojizas.

Hornaditas

Justo 17 km al norte de Humahuaca y a la vera de la ruta 9 vivieron siempre Clara y Héctor Lamas, junto a otras casi 90 familias. Hasta que, dice la historia, un día Clarita -como la llaman aquí- se encontró con un grupo de turistas que habían perdido su transporte.

Ante el frío, los alojó una noche en su casa, y así nació un proyecto de turismo rural comunitario que hasta hoy invita a participar de las tareas rurales y actividades productivas cotidianas, y también a conocer la historia y las raíces visitando sitios de arte rupestre como Inca Cuevas, el antigal o cementerio sagrado, y hacer caminatas a atractivos naturales cercanos, como el interesante bosque de cardones.

smo rural comunitario que hasta hoy invita a participar de las tareas rurales y actividades productivas cotidianas, y también a conocer la historia y las raíces visitando sitios de arte rupestre como Inca Cuevas, el antigal o cementerio sagrado, y hacer caminatas a atractivos naturales cercanos, como el interesante bosque de cardones.

Serranía de Hornocal

Una excursión obligada desde Humahuaca es esta extraordinaria formación, conocida como “el cerro de los 14 colores”.

Son 24 km por la ruta 73, y se puede ir tranquilamente con el auto propio -la ruta trepa hasta los 4.200 msnm- y detenerse en el mirador desde el cual se aprecia esta paleta de colores que el viento y la lluvia fueron dejando al descubierto. Forma parte de la formación calcárea Yacoraite, que va regando colores desde Perú al norte hasta Salta en el sur, pasando por el altiplano boliviano y Jujuy. Algunos dicen que las tonalidades de este arco iris son al menos 33, entre ocres, verdes, amarillos y blancos. Para verlo en todo su esplendor, visítelo al atardecer.

Viajes, Clarín