Equilibrar para implementar una política económica expansiva

Equilibrar para implementar una política económica expansiva

Entre mayo y junio, el Gobierno aplicó un paquete fiscal que aportó una inyección de 0,9% del PBI, en cuanto a su potencial incidencia en el consumo de los hogares, por lejos el factor de la demanda agregada de mayor importancia para la actividad económica. A la típica cuestión electoral, en 2021 se le suman unos datos complicados acerca de las urgencias de la coyuntura social.

Mientras que en 2017 un salario promedio equivalía a 13 canastas alimentarias, eso cayó a 10 canastas en el primer semestre del 2021. Luego del ajuste fiscal del primer semestre, queda algo más de margen para gasto social. Para la segunda mitad del año, las consultoras descuentan que habrá mejoras de los salarios, vía paritarias; cierto impulso a los créditos para consumo; y una continuidad en la política de pisar dólar y tarifas, con la intención de incrementar el impacto real de esas medidas. La búsqueda electoral del Gobierno comienza a perfilarse en forma clara.

El llamado a reabrir paritarias, la negativa a cerrar un acuerdo apurado con el FMI y sus condicionalidades, el freno al crawling peg que empezó a observarse en los últimos meses y el conflicto intraministerio por la cuestión de los tarifazos parece mostrarlo. En cuanto al impulso fiscal, que parece una fija para los próximos meses, luego del ajuste que se observó en jubilaciones, asignaciones y salarios públicos, desde la consultora

Equilibra afirman que la intención luce obvia:

“Poder implementar una política económica expansiva en la previa de las elecciones explica la reticencia del oficialismo a firmar un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI. Es que, producto de la pandemia y cuarentena, la crisis económica se profundizó afectando una de las premisas electorales del Frente de Todos: revertir el deterioro económico de la segunda mitad del mandato de Mauricio Macri”.

El salario va a crecer en el segundo semestre, aunque desde niveles muy bajos, y algunas paritarias ya van en esa dirección. Por el lado fiscal, los anuncios de mayo y junio inyectaron algo más de 1% del PBI. Para Fundación Capital, sin embargo, la inyección fue de 0,9% si se analiza qué parte de ese dinero va a impactar en el consumo. Y además agregaron un dato para lo que viene: queda un margen de 0,7% de gasto social.

El economista jefe del CESO, Nicolás Pertierra, dijo al respecto: “A mayo, el déficit financiero llegó a 0,7% o 0,8% del PBI. En junio, con los programas de la segunda ola se agregó 1,3%. Como mucho se llega a un 2% en el primer semestre, con una meta anual que apunta al 6%. El segundo semestre es cierto que suele ser más deficitario, principalmente por lo que ocurre en diciembre. Pero un 1% extra se puede inyectar”

Fuente: BAE