El Senado debate la reforma judicial y sigue la protesta frente al Congreso

El Senado debate la reforma judicial y sigue la protesta frente al Congreso

Con Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza, el Senado comenzó a tratar en sesión virtual el proyecto de reforma del fuero federal. El oficialismo llega al recinto decidido a imponer el texto de su dictamen, que incluyó la llamada «cláusula Parrilli», apuntada contra los medios. Se espera un largo debate con fuertes cruces. La oposición de Juntos por el Cambio unificó posiciones en el rechazo a la iniciativa, con la perspectiva de frenar el tema en Diputados, donde el panorama aparece complejo para el Frente de Todos.

Fuera del Congreso y después de una noche de vigilia, manifestantes retomaron la protesta , que fue convocada por las redes sociales.

En los últimos días, el Gobierno intentó lograr el apoyo de sectores de la oposición, pero no tuvo éxito. Hubo una charla directa de Alberto Fernández con el senador Martín Lousteau y contactos con el jefe del interbloque de JxC em la Cámara alta, Luis Naidenoff, y con el titular de la UCR, Alfredo Cornejo. En todos los casos, los referentes opositores solicitaron que el Presidente retire el proyecto.

La aceleración del tratamiento de la iniciativa oficialista, acompañada de duras críticas presidenciales a Mauricio Macri y a la oposición en general, aglutinó a JxC. Incluso referentes de la coalición opositora que se han mostrado más dialoguistas durante el manejo de la pandemia, como el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, salieron públicamente a cuestionar la iniciativa.

En las últimas horas se sumó la ex gobernadora María Eugenia Vidal, quien aseguró que “no hay negociaciones ni acuerdos posibles” entre el oficialismo y la oposición” y reiteró que la posición de JxC “sobre la reforma judicial es muy sólida” ya que “están en juego valores fundamentales que defendemos”.

Descontado que el oficialismo cuenta con números holgados para aprobar la iniciativa en el Senado, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, dejó una advertencia para el capítulo más complejo que se viene: «La reforma está agotada en sí misma y no se va a votar cuando llegue a la Cámara de Diputados». El proyecto recibió el rechazo de los principales aliados del gobierno en la Cámara baja: el lavagnismo y el peronismo cordobés, así como miembros de bloques provinciales que no integran el Frente de Todos.

En paralelo, Cristina Kirchner se despegó del texto oficialista y se anticipó a un posible fracaso de la estrategia del gobierno en el Congreso. Antes de que se hiciera pública la convocatoria a la sesión, la presidenta del Senado había publicado un texto en redes sociales afirmando que el país «todavía se debe una verdadera reforma judicial». Y dijo que el proyecto en el Senado no tiene ese fin sino que busca «implementar el mandato de la reforma constitucional de 1994″. “La verdadera reforma judicial no es la que vamos a debatir este jueves», dijo, en tono enigmático.

La iniciativa dispone la unificación de los 12 juzgados penales federales (Comodoro Py), con los 11 en lo penal económico y se duplican para llegar a 46 tribunales en el nuevo esquema de la Justicia Federal Penal. En otras palabras, se diluye el poder de los 12 jueces que investigan la corrupción política.

Desde la oposición y del oficialismo aseguraron que la jornada se extenderá hasta bien entrada la noche, ya que además del proyecto de Ley de Reforma Judicial los senadores debatirán dos proyectos de resolución presentados por el Frente de Todos para cubrir lugares en el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público, otra de las maniobras que encara el gobierno contra la Justicia: el kirchnerismo busca remover al procurador Eduardo Casal con un jury en el Ministerio Público, dado que el oficialismo no cuenta con los votos para un juicio político.