Energía trasladará el costo a clientes con impactos de entre 17% y 20% en las facturas

Energía trasladará el costo a clientes con impactos de entre 17% y 20% en las facturas

Admite que trasladará costos a los clientes, pero ratifica que el impacto final en las facturas de los usuarios será de entre 17% y 20%. Analistas dudan que se pueda bajar subsidios con ese incremento.

La subsecretaría de Energía Eléctrica oficializó, en un documento, que planea un aumento de entre el 17% y 20% en las boletas de luz para este año. Fue a través de una presentación para la audiencia públicas para las tarifas de luz de 2022, que se hará el 17 de febrero.

La dependencia afirmó que se “cree conveniente rever la cobertura de los usuarios del costo de generación y transporte y, consecuentemente, el precio que se traslada a los usuarios”. Esto implica ir removiendo subsidios, como lo exige el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las subas de 2022 están justificadas -según este organismo- “con la perspectiva de continuar en el sendero de la recuperación económica”.

Costos

Los costos de generación eléctrica (es decir, la electricidad que llega a hogares y comercios) subieron 2021 y 2020. El Estado nacional subsidia el 65% de esos costos. Es decir que los clientes pagan un 35% de lo que vale la luz.

El costo de generación eléctrica fue de US$ 9.800 millones en 2021. El 65% lo cubrió la estatal Cammesa (más de US$ 6.000 millones), a través de subsidios del Estado nacional. Eso es lo que el FMI pide ir disminuyendo.

Aunque fuentes oficiales ya habían expresado que el aumento sería de entre 17% y 20% en las boletas, la presentación de la subsecretaría de Energía Eléctrica es la confirmación por escrito de esa decisión.

“Se prevé que los costos de generación aumenten en el año 2022 respecto al año 2021. Con la recuperación económica que está experimentando el país, se cree oportuno avanzar en la revisión de los precios estacionales”, señala un documento de la dependencia encabezada por Federico Basualdo.

“Por ello, se plantea la fijación de precios se defina de forma tal cuyo impacto final en la factura de los usuarios oscile entre 17% y 20%. La liberación de fondos en materia de subsidio corrientes al precio de la energía contribuirá a la ejecución de obras de infraestructura para fortalecer el funcionamiento del sistema eléctrico con un enfoque inclusivo y federal”, establece ese trabajo.

Media decena de analistas consultados no entiende cómo se podría lograr una reducción de subsidios con un incremento del 20% en las facturas. Para Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, habría que subir las boletas en un 470% a los sectores de mayores ingresos -a través de la “segmentación”- para lograr alguna mejora fiscal. Otros analistas también plantean subas finales en las boletas que no bajan del 70% para poder ir bajando los subsidios.

Audiencia Pública

Edesur y Edenor llegarán a esta audiencia pública en una situación inusual: no van a pedir ninguna recomposición tarifaria específica. Según las empresas, el Enre -que organiza la audiencia- les pidió que presenten su “flujo de fondos”. Es decir, los ingresos que vienen teniendo, los que proyectan y las inversiones. El Enre no les solicitó proyecciones de «valor agregado de distribución» (VAD), que es lo que cobran por sus servicios.

De mantenerse las tarifas actuales, Edenor y Edesur estiman pérdidas de $ 100.000 millones en 2022. Ambas consideran “imprescindible” una actualización tarifaria para no llegar a esos niveles de pérdidas.

Ambas compañías mantienen tarifa social e inversiones para el mantenimiento del servicio. Hay proyecciones de pérdidas diferentes según usen el presupuesto 2022 o las proyecciones del Banco Central -que estiman mayor devaluación e inflación que la pauta de Economía-.

Cammesa es la empresa mayorista del sistema eléctrico. Y determina lo que le deben pagar las distribuidoras por la electricidad que esas firmas llevarán a los clientes. Cammesa viene subsidiando ese importe.

Las distribuidoras cobran un precio por el servicio que prestan. Lo que recaudan lo usan para pagarle a Cammesa (la mayorista) y realizar inversiones propias de sus funcionamiento.

Pero el grueso de los subsidios estatales son para Cammesa. Las pérdidas de las distribuidoras implican que cuenten con menos dinero para cumplir con sus compromisos, pero no generan subvenciones en forma directa.

Fuente: Clarín