En el marco del confinamiento, crecen las disputas políticas, hay cruces internos y la Iglesia pide una “tregua”

En el marco del confinamiento, crecen las disputas políticas, hay cruces internos y la Iglesia pide una “tregua”

La nueva y dura etapa de confinamiento frente al coronavirus fue iniciada con reproches de Alberto Fernández a Horacio Rodríguez Larreta y a la mayoría de los gobernadores, lo cual generó una dura respuesta de Juntos por el Cambio. Parecía que allí terminaban los cruces políticos, en medio de cierta incertidumbre sobre la continuidad de las restricciones y especulaciones sobre cierres intermitentes. Sin embargo, y en medio del fin de semana largo, recrudeció la disputa con un muy fuerte cruce sobre el frustrado contrato con Pfizer y una grave carga desde el entorno de Axel Kicillof contra la oposición y los medios.

La tensión política -sostenida a pesar de que fue retomado el diálogo entre el Ejecutivo y los jefes provinciales para dictar el último DNU- provocó un señalamiento directo de la Iglesia católica. El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, destacó la necesidad de una “tregua” para encarar centralmente la lucha contra la pandemia. Lo hizo en su mensaje por el 25 de Mayo y resulta un elemento político significativo, por la sintonía de la conducción episcopal de la Argentina con el Papa Francisco.

El punto principal de la escalada política fue marcado por las acusaciones de Patricia Bullrich sobre las causas del fracaso de la negociación con Pfizer. La dirigente del PRO dijo que habría existido una maniobra irregular y un intento de lograr algún “retorno” en la gestión de Ginés González García.

La empresa negó que haya existido un pedido de coima. Y después, el Presidente y el ex ministro anunciaron que iniciarán acciones legales contra Bullrich. La ex funcionaria ratificó luego su denuncia y señaló que en las conversaciones con Pfizer actuó como intermediaria una persona que estuvo vinculada a un gran laboratorio local.

No fue el único capítulo del día. Temprano, el jefe de Gabinete del gobierno bonaerense y mano derecha de Axel Kiccillof, Carlos Bianco, había sorprendido con declaraciones radiales. Cuestionó con dureza a la oposición y a los medios frente a las políticas sanitarias oficiales, y los acusó de haber “influido” con sus accionar en el alto número de muertos por coronavirus registrado en el país.

Las declaraciones más duras en una y otra vereda tensan además el frente interno de oficialismo y oposición. El Gobierno nacional sufre las presiones del kirchnerismo duro. Y en Juntos por el Cambio, generan malestar las declaraciones más ruidosas de algunos dirigentes de la llamada ala dura.

Ayer mismo, por ejemplo, el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, volvió a la carga con el reclamo de la extensión de una cuarentena rígida en lugar del modelo “mixto” que buscaría prolongar el Presidente, combinando confinamiento duro con restricciones menos graves, entre otras razones por sus efectos económico y social.

También en las últimas horas, hubo en JxC algunas señales de malestar por las cargas al estilo de Bullrich. Lo expresó públicamente Elisa Carrió. Y el tema no estaría saldado.