En el Gobierno niegan la renuncia o el relevo de Sturzenegger

Luego de una semana de fuertes rumores en el mercado, en el Gobierno afirmaron ayer que mantienen una buena relación con el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y descartan un eventual relevo o que vaya a renunciar.

Una calificada fuente de Casa de Gobierno indicó a que “la relación con Sturzenegger es muy buena y no hay nadie pensando en que se vaya, ni él está pensando en irse”. En el mismo sentido, un integrante del equipo económico dijo que las versiones del alejamiento de Sturzenegger, que provocaron fuertes oscilaciones en el mercado cambiario, son “ridículas e infundadas”.

la fuente del Gobierno señaló que, a partir del controvertido anuncio del cambio de las metas de inflación de este año y el próximo, la semana pasada en la Casa Rosada, “el contacto con Federico es permanente”. Al respecto, el próximo paso que se espera es que el Banco Central baje las tasas de referencia de la política monetaria la semana entrante y las de las lebac la otra, en sintonía con la reducción que dispuso la entidad monetaria en el mercado secundario.

Por otro lado, indicó que “las metas de inflación las fija el Poder Ejecutivo, como ya pasó en 2016 con (el entonces ministro de Economía) Alfonso Prat-Gay”, que luego quedaron desfasadas con la realidad. Para el mercado, esta “paternidad” no era tan clara por el énfasis de Sturzenegger al repetir la importancia de cumplir con las metas, algo que no ocurrió tampoco en 2017.

Además, el funcionario indicó que, aunque el malestar del presidente del BCRA en el anuncio de la semana pasada era evidente, “fue la mejor forma de presentar el cambio” de la pauta, del 10 al 15% para 2018. “Somos coherentes con la estrategia de mostrar la realidad: la meta del 10% era incumplible y esta es más lógica; no podíamos negar la realidad”, destacó.

Por otro lado, en la Casa de Gobierno no se asustan con la suba del dólar de los últimos días en el mercado cambiario local. “Es lo que necesitamos para que las exportaciones arranquen; es un escenario que estamos deseando”, indicó, frente al evidente atraso cambiario de los últimos tiempos. Esta devaluación, admiten, generará mayor presión inflacionaria, pero es un costo que el Gobierno está dispuesto a asumir para lograr un crecimiento económico del 3% este año.

Fuente La Nación