El viaje de Santiago Cafiero a Washington pone en foco la negociación con el FMI y el rumbo de la política exterior

El viaje de Santiago Cafiero a Washington pone en foco la negociación con el FMI y el rumbo de la política exterior

Santiago Cafiero tendrá esta semana su prueba más importante desde que, en medio de la crisis interna desatada por la derrota electoral en las PASO, debió dejar la Jefatura de Gabinete y trasladarse a la Cancillería. En su primera visita a Washington, buscará oxigenar la dilatada negociación con el FMI y tratará de explicar el juego del Gobierno en materia de política exterior, con la intención de abrir las puertas a una mejor relación con la administración de Joe Biden.

Cafiero tiene agendado un encuentro con el secretario de Estado, Antony Blinken, quien alentaría un acuerdo con el Fondo, en base a una propuesta económica. Con mayores prevenciones se manejaría la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Eso habría enfriado hasta ahora la posibilidad de una bilateral de Alberto Fernández con Biden. Fuentes del Gobierno dicen que este viaje del canciller no tiene como objetivo tratar ese tema, aunque es sabido que han realizado variadas gestiones Jorge Argüello y Gustavo Beliz.

La cuestión de la política exterior de la Argentina quedó otra vez en el centro de la escena con el episodio de Nicaragua. El Gobierno decidió tener representación en la ceremonia por el quinto mandato de Daniel Ortega. A ese acto asistió, con papel protagónico, el iraní Mohsen Rezai, acusado de ser uno de los principales responsables del atentado a la AMIA. La reacción oficial fue tardía.

La situación de Nicaragua, como la Venezuela y Cuba, aparece en los primeros lugares de la agenda de la administración demócrata para la región. Washington, además, transmite su especial inquietud por los vínculos con países como Irán y en especial, frente al avance de los intereses de China.

En los primeros días de febrero, Alberto Fernández viajará a Beijing para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno. Allí mantendrá un encuentro con Xi Jinping. El Gobierno sumó a ese viaje una escala en Moscú, para una reunión del Presidente con Vladimir Putin.

En el Gobierno explican que se trata de reforzar una posición geopolítica multilateral. Del mismo modo, tratan de generar puentes más sólidos con funcionarios de Biden. Más difícil de explicar es la relación con los regímenes de Nicaragua -que allanó el camino de Alberto Fernández para lograr la presidencia pro tempore de la CELAC- y de Venezuela.

El otro punto aún cargado de dudas para esta semana es la postergada cita entre Martín Guzmán y los líderes de Juntos por el Cambio. Debería concretarse este martes. La señal de diálogo político fue presentada por el Gobierno como una necesidad -un aval- en el marco de las negociaciones con el FMI. Pero hasta ahora no hay avances reales.