“El rol de la mujer en las empresas está en pleno proceso de transformación”

Isela Costantini se convirtió en los últimos años en la mujer referente dentro del mundo empresarial. La ex CEO de Aerolíneas Argentinas y de General Motors entre otras grandes empresas, dialogó en exclusiva con Ámbito Biz. En una entrevista en donde nunca perdió su frescura y su sonrisa sostuvo que hoy la mujer está ocupando cada vez más puestos esenciales dentro de las compañías argentinas, pero aseguró que todavía hay un largo camino por recorrer.
Periodista: ¿Cómo ve a las mujeres en el ámbito empresarial?
Isela Costantini: Creo que hay un proceso, no creo que de repente vayan a aparecer todas las mujeres en puestos gerenciales. En las empresas tiene que haber una evolución natural, de crecimiento natural, hay un envejecimiento de los líderes que están en un determinado nivel y hay que ver los líderes que vienen y quiénes son los que están más preparados. Ver a las mujeres allá arriba, llevará tiempo. Y es que se empiezan a profesionalizar, a ocupar su espacio, a aprender que puede lidiar con la maternidad y con el desarrollo profesional, a la vez que el hombre también va viendo que la mujer puede aportar mucho dentro de su empresa. Estamos en un proceso pero todavía nos va a costar ver a más mujeres en cargos de presidencia. La equidad se empieza a construir desde abajo.
¿Cree que debería haber una transformación también por parte de las empresas? Por ejemplo, en cuanto a las licencias por maternidad.
Es uno de los grandes desafíos como mujeres. El embarazo es un paradigma, yo creo que ninguna de nosotras se imagina la dificultad que significa para un hombre tener que enfrentarse a un embarazo. Para algunas mujeres tener un hijo es una realización personal que va mucho más allá de la realización profesional y hay mujeres que antes trabajaban y tras ser mamás deciden dedicarse a sus hijos.
¿En qué se diferencia la mujer del hombre en el ámbito laboral?
El nivel de compromiso es muy grande, la mujer que quiere trabajar es porque lo necesita no solo financieramente, sino para ella. La mujer que trabaja tiene un nivel de compromiso que es difícil de demostrar porque las mujeres no nos vendemos a diferencia del hombre. La mujer tiene un poder de exigencia muy grande, no promete más de lo que puede dar. En su mayoría las mujeres creen que son menos de lo que realmente son. Es todo parte de un proceso, las mujeres que vivimos en esta década tenemos que ayudar a las mujeres, a que sepan cómo trabajar los miedos, las incertidumbres y ayudar a los hombres a que vean cuál es el valor que la mujer aporta. Hay que entender que la diversidad en las empresas es muy importante.
¿Cómo ve a las generaciones que se vienen?
Los millennials traen algunas cosas que las mujeres venían queriendo pero no podían decirlo. El horario flexible, el home office, poder tomarte un día cuando lo necesitas. La mujer no se le hubiese ocurrido pedirlo. Los millennials expresan la represión que nuestra generación tenía. Nosotros teníamos en la cabeza que sólo hay que trabajar, esforzarse y no pensar en vacaciones. Los millennials se dieron cuenta que ese modelo no les sirve, porque los padres llegaban enojados a las casas, sin ganas de jugar y decidieron no repetirlo. Lo que es interesante es que cuando ves como se conforma una familia, ya no hay sueldo del hombre y sueldo de la mujer sino de la familia. Es ahí donde el feminismo o machismo va a desaparecer.
¿Cómo ve a la mujer en los cargos públicos?
Cuando entramos en política es otro tema, porque acá se juega el tema del poder. La mujer cuando habla de poder, es la capacidad de transformar. La mujer vemos el poder, no para enriquecerse, tener más títulos o ser más conocida a nivel externo, sino por la capacidad de transformar. La mujer tiene que tener el interés de participar.
¿Le quedan desafíos?
Mira tarea en el holdyng del grupo ST es un verdadero desafío. Cualquier solución financiera lo podes encontrar en este grupo con todo lo que se viene con el mundo de los millennials. El principal desafío son mis hijos. Educar a un hijo es más difícil que manejar una empresa.
 
Fuente: Ámbito Biz