El retraso cambiario fomenta la venta de autos y viajes al exterior

(Clarín) – Mientras el consumo no reacciona, solo ganan volumen de ventas los productos que bajan de precio o aumentan menos que la inflación. En este contexto, las grandes cadenas y los bancos retoman las promociones y los descuentos para lograr reactivar las operaciones. Autos, turismo, insumos de construcción y algunos alimentos son los rubros que logran consolidarse.
Según la consultora Kantar World Panel, el consumo en supermercados y comercios minoristas cayó 5% en mayo y el semestre se perfila a cerrar con una baja del 4%. Pero hay algunos productos que dan mejor pelea que otros. Un relevamiento de CAME muestra que las ventas de los minoristas descendieron en mayo 2,3% contra el mismo mes del año anterior, aunque la baja fue despareja. Mientras en marroquinería la pérdida fue del 4%, en alimentos y bebidas la disminución fue del 0,5%.
Los segmentos que menos subieron de precio son los que menos caen en las ventas. El índice de precios al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires aumentó 66% entre septiembre de 2015 y abril de este año, con un fuerte impacto de las tarifas de servicios públicos. En ese período, el ítem alimentos y bebidas subió 56%, con picos del 96% para el aceite. Entre los rubros que más aumentaron están las bebidas alcohólicas (90%) y el tabaco (109%).
Desde los supermercados admiten que sigue siendo un año difícil. «El consumidor está más orientado al precio. Extiende a los alimentos la conducta que antes reservaba para cosas más grandes, como los electrodomésticos: sólo compra cuando ve una oportunidad buena», dice Juan Pablo Quiroga, encargado de comunicaciones de Walmart.
«Los productos que mejor resisten la depresión del consumo son los alimentos secos y harinas, yerba, azúcar, leche y aceite. Esos tienen mucha rotación. La contracara son bebidas, perfumería y limpieza, donde hay mucho movimiento a segundas marcas y marcas propias. Si bien el consumo viene cayendo en los últimos meses, la merma es menos pronunciada mes a mes. El volumen debería mejorar», señala.
La demora en la reactivación hizo que los bancos y las grandes cadenas volvieran a poner sobre la mesa los grandes descuentos y los pagos en cuotas. El Banco Provincia anunció que les dará a sus clientes un descuento del 50% en las compras en supermercados, con un tope de $1.500 mensuales. Y cadenas como Carrefour reinstalaron las cuotas sin interés para las compras de electrodomésticos, el sector que venía más golpeado por la crisis.
El dólar quieto suma atractivos frente a una inflación que alcanza 10,5% en lo que va del año. Desde la consultora Ecolatina remarcan que «en las familias de ingresos medios y altos el atraso cambiario está impulsando la compra de numerosos bienes dolarizados». Es el caso de la venta de autos nuevos, que aumentó 31,4% en lo que va de 2017 y de las motos, que crecieron 45% en abril.
El atraso contribuyó a que el turismo zafara de la caída. Datos del Indec muestran que en el primer cuatrimestre salieron del país 1.300.000 personas, una suba del 13,2% respecto del mismo período de 2016. El año pasado se había llegado a un récord de 3,34 millones de viajeros que este año se volverá a superar. En mayo, la cantidad de pasajes vendidos por las líneas áereas aumentó 18% y se superaron los 2 millones al mes. La intención del Gobierno es duplicar ese número, low costs mediante, para 2019.
Los datos dan cuenta también de que hay una divergencia entre el consumo de los argentinos dentro y fuera del país. Ecolatina detalla que en el primer trimestre las compras con tarjeta de crédito en dólares crecieron 40% interanual, pero en pesos sólo aumentaron 28%. «Esto evidencia la influencia del atraso cambiario en las decisiones de compra de las familias. También se observaron incrementos significativos en el sector inmobiliario, donde las escrituras en CABA crecieron cerca de 62%».
De acuerdo al Colegio de Escribanos, la cantidad de escrituras que se hicieron hasta abril (14.985) constituyen el registro más alto desde 2011. Parte de esta alza se explica por la proliferación de las hipotecas bancarias que ya alcanzan al 21,2% del total de operaciones.
La buena performance del sector de la construcción también se refleja en la venta de insumos como el cemento, que aumentó 7,7% en los primeros cinco meses, mientras que el índice Construya muestra una suba del 14% en mayo y del 3,5% en el año.
El dólar en sí mismo también le gana a la baja del consumo. En el primer trimestre, la compra minorista de esta divisa (menos de US$10.000) alcanzó niveles récord con US$3.403 millones. «Si bien una parte del consumo está reactivándose, el dólar barato y una política de comercio internacional más abierta están generando que el incremento del gasto de las familias se destine a bienes dolarizados, por lo que el efecto positivo del consumo sobre el aparato productivo es acotado», indica Ecolatina.
Ante la caída de las ventas, volvieron las promociones y en algunos casos se reactivaron las cuotas sin interés.