El regreso a clases y la Justicia se proyectan como temas de peso y agrandan la disputa política

El regreso a clases y la Justicia se proyectan como temas de peso y agrandan la disputa política

La pulseada por el regreso a las clases presenciales, con protocolos por el coronavirus, volvió a escalar en la disputa política, que incluye y trasciende a la relación del Gobierno con la oposición y que alcanza a todos los jefes provinciales. Precisamente, las provincias empezarán a tratar el tema en conjunto esta semana. El clima de tensión política incluye además y en lugar destacado a la Justicia, al punto de condicionar la actividad del Congreso. También esta semana el oficialismo y Juntos por el Cambio volverán a mantener contactos para intentar destrabar la situación.

Alberto Fernández y luego su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, salieron el fin de semana a confrontar abiertamente por el tema educativo, con duras críticas a la oposición. Señalaron que la intención oficial es volver en marzo a las clases presenciales, suspendidas durante todo el año pasado en casi todo el país.

El Presidente apuesta a contar con vacunas suficientes para vacunar a los docentes antes de mediados de marzo. Es un objetivo muy ambicioso y no está claro si con eso vencería las resistencias de los principales gremios docentes.

Pero las críticas a la oposición, y en especial a Mauricio Macri, buscan descalificar a Juntos por el Cambio ante lo que perciban como una batalla en la que la oposición tomó la iniciativa y se “apropió” del tema del regreso a clases.

Nicolás Trotta participará esta semana de un encuentro del Consejo Federal de Educación. En ese contexto, los ministros de cada provincia y las autoridades nacionales definirían algunas pautas de consenso, no sólo en torno de la vacuna. El Gobierno ya dijo que cada gobernador deberá decidir cómo se inicia el año escolar.

Por supuesto, las provincias vienen sondeando a los gremios docentes. El mayor foco de disputa se planteó en la Ciudad de Buenos Aires, donde los sindicatos se mantienen en posiciones de dureza y rechazan volver en febrero a actividades presenciales. El kirchnerismo ha comenzado a modificar su discurso y habrá que ver si eso tiene efecto en la dirigencia gremial, sobre todo la alineada en Ctera.

El cruce cada vez más fuerte entre oficialismo y oposición sigue sumando capítulos. Y la Justicia ha vuelto a subir a los principales niveles. La ofensiva del kirchnerismo, que apunta especialmente a la Corte, fue visible en los últimos días con las marchas y reclamos por Amado Boudou y Milagro Sala.

El Congreso refleja en parte ese cuadro. En Diputados, JxC se niega a acordar la extensión del protocolo de funcionamiento de la Cámara si no es definido antes el temario. Reclama garantías de que no será tratados dos temas hasta ahora postergados, que el kirchnerismo impuso en el Senado hace meses: la llamada reforma judicial –con eje en el fuero federal- y la modificación de la ley del Ministerio Público, que cambia las reglas de juego para imponer al jefe de los fiscales.

El oficialismo dice que le interesan otros temas, para lo cual podría ampliar el temario de sesiones extraordinarias. Ya estaba pautada la iniciativa para darle marco a las negociaciones de la deuda, y podrían se añadidos los proyectos sobre monotributo y promoción de los biocombustibles.