El rechazo de Rodríguez Larreta a la reforma judicial suma un dato fuerte a la batalla política

El rechazo de Rodríguez Larreta a la reforma judicial suma un dato fuerte a la batalla política

La nueva escalada de la disputa política parece cerrar definitivamente la etapa de “consenso” que marcó el primer tramo del aislamiento social por el coronavirus. Pero la novedad es que, a pocos días de definir una nueva etapa de la cuarentena, Alberto Fernández registra como respuesta a su ofensiva un elaborado rechazo de Horacio Rodríguez Larreta al proyecto de reforma judicial.

El Presidente resolvió hacer una de sus principales apuestas políticas con  la iniciativa centrada en el fuero federal porteño, pero que ha crecido con la promesa de cámaras en distintas provincias para asegurar el respaldo de gobernadores del propio PJ. Juntos por el Cambio también decidió dar una batalla central en ese terreno.

La oposición ya venía cerrando filas frente a la ofensiva judicial del Gobierno, con fuerte impronta de Cristina Fernández de Kirchner y que incluye la idea de recomponer la Corte Suprema, desplazar una decena de jueces –muchos, con algún grado de participación en causas sobre corrupción- y forzar la salida del procurador interino, Eduardo Casal.

A eso se sumó la carga profundizada en las últimas horas por el Presidente, que apunta a Mauricio Macri y busca sacar el foco de la Justicia y llevarlo a la herencia y la pandemia. De manera inesperada y tal vez inédita, Alberto Fernández remitió a una conversación reservada con Macri  y dijo que su antecesor le recomendó que evitara la cuarentena sin importar la cantidad de muertos que podría provocar el virus. Esa declaración fue desmentida por el ex presidente.

En medio de ese clima, la conducción de JxC volvió a mantener un encuentro virtual y a diferencia de lo ocurrido hace una semana, no hubo gesto alguno que pudiera ser interpretado como síntoma de la interna. Fue reiterado un fuerte cuestionamiento a la reforma y se agregó el rechazo al DNU sobre telefonía celular y servicios de internet anunciado durante el fin de semana por el Gobierno.

Pocas horas después, Rodríguez Larreta cuestionó la reforma judicial con una serie de mensajes en Twitter. Aseguró que ese proyecto “requiere un consenso mucho más amplio”. Y agregó que un «tema tan tarscendental para nuestro país» demanda un diálogo que «incluya a todos los partidos políticos, las organizaciones sociales, los expertos en el tema y a toda la sociedad». 

Fue, por la vía de la oportunidad y la demanda de acuerdo político, una forma directa de oponerse a una cuestión considerada clave por el oficialismo. Es cierto que el jefe de Gobierno porteño tuvo alguna otra declaración crítica hacia anteriores jugadas del Gobierno, como el intento de intervención y expropiación de Vicentin, pero el marco actual es diferente, más tenso. Se produce a pocos días de resolver un nuevo tramo de cuarentena. Y constituye un dato político significativo, además, en los umbrales de la votación de la reforma judicial en el Senado.